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IX
Más vale renunciar antes que sostener en la mano un vaso lleno
sin derramarlo.
La espada que usamos y afilamos continuamente
no conservará mucho tiempo su hoja. Una sala llena de oro y jade
nadie la puede guardar.
Quien se enorgullece de sus riquezas atrae su propia desgracia.
Retirarse de la obra acabada, del renombre conseguido,
esa es la ley del cielo.
HÉROES DE LA ANTIGUA CHINA
Han Xin
Han Xin se sorprendería de saber que, más de dos mil años después de su muerte, no se le recuerda por sus destrezas militares sino como un símbolo de tolerancia.
Después del colapso de la Dinastía Qin, tanto el gran Xiang Yu como Liu Bang querían gobernar China, pero solo uno podía hacerlo. Con la ayuda del brillante general Han Xin,
TAO TE KING