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cido. Con solo verlos surgían comentarios en los
pasillos. A su paso irradiaban cierta atmosfera
que atraía y era muy difícil pasarlos inadverti-
dos. Los dos eran de buena estatura”, asegura.
Sobre Fernández, Murillo relata que más
tarde se comentó que este muchacho murió
en circunstancias no esclarecidas, el 8 de agosto
de 1981. Sí, se hablaba que estaba “organizado”,
aunque por esa fecha algunos niveles de lucha
eran bastante incipientes. Lo más probable es
que estuviera vinculado con alguna organi-
zación política abierta pero no militar.
Al hacer un breve paréntesis sobre este joven,
su hermano Oscar Antonio, relata unas pince-
ladas de su vida fugaz y final trágico: Nació el
28 de marzo de 1958 en el seno de una familia
de clase media formada por Oscar Manuel
Fernández (Doctor en Jurisprudencia) y Glo-
ria O Fernández. Mario Ernesto fue estudiante
de la Facultad de Derecho de La Universidad
de El Salvador, carrera que por su comprom-
iso con los movimientos revolucionarios, tuvo
que dejar al terminar el 3er. Año. Debido a su
militancia fue herido, capturado y más tarde
desaparecido por el régimen de esa época.
En los años 79, 80 compañeros de estudio
de Daysi aseguran que ella fue la fundadora
de la Asociación de Estudiantes de Relaciones DAYSI, COMO AMÉRICA
Internacionales (AERI), era su dirigente prin- FERNANDA PERDOMO, EN SU
cipal. Su lucha era velar por las necesidades ÚLTIMA CONFERENCIA DE PRENSA EN
de sus compañeros como de los horarios de EL ARZOBISPADO DE EL SALVADOR
asignaturas, el ingreso de nuevos aspirantes
a la carrera, un trato justo de los catedráticos, mientos guerrilleros.
retiros de asignaturas y el logro de cuotas bajas Ana Deysi llegó a esa Comisión en febrero
para los estudiantes de escasos recursos. de 1981, en esa época tenía su sede dentro del
En Junio de 1980 la Universidad sufrió una Arzobispado y empezó a trabajar activamente,
segunda intervención. Este sería el cierre más aún después de la muerte de su novio. Murillo,
largo impuesto a la más alta casa de estudios. sobre ese hecho, subraya, “no podría decir que
Volver al campus consumió casi cuatro años. nivel de choque tuvo ese acontecimiento en ella,
La crisis política en el país se desbordó. En pero seguramente la había impactado. Porque
ese marco, se produjo una gran dispersión del era una pareja que en situaciones normales pudo
estudiantado. haberse desarrollado”, afirma.
Vicente Murillo, la vio muy poco después de Una vez dentro de la representación, asumió
esos acontecimientos, según el mismo manifi- la secretaría de Relaciones Internacionales y
esta, desapareció. Pero logró detectarla como adoptó el seudónimo de América Fernanda
miembro de la Comisión de Derechos Humanos Perdomo, porque a esas alturas todos sus
no Gubernamental. Asegura que, en ese tiempo miembros estaban siendo perseguidos por los
no había nada que la involucrara con movi- cuerpos de seguridad. Y desde luego, en esa

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