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una maquina industrial generalmente se le puede dar una vida útil de diez años, y a los
equipos informáticos, entre cuatro y cinco años.
Amortización acumulada. Contablemente, la amortización se registra en el activo no
corriente, en una cuenta que se denomina “amortización acumulada”. El saldo de esta
cuenta es negativo, ya que su función es la de ajustar el valor del bien inmovilizado a su
valor real en cada ejercicio durante el periodo de tiempo de su vida útil.
Se llama amortización acumulada porque esta cuanta va acumulando año tras año la
pérdida del valor del bien para adecuarlo a su valor real hasta llegar al final de su vida útil,
momento en el cual su valor en el balance ha de ser igual a cero.
Cuota de amortización anual. En función de la vida útil del bien, en cada ejercicio
calcularemos la cuota de amortización anual. Contablemente se reflejará como perdida del
ejercicio la diminución del valor experimentado.
Flujo de caja es el dinero que genera la empresa a través de su actividad ordinaria de
explotación.
Flujo de caja financiero: se obtiene restando los pagos de explotación a los cobros
de explotación: el saldo es el flujo de caja generado por la explotación de la
empresa:
Flujo de caja financiero = cobros de explotación – pagos de explotación.
Flujo de caja económico o cash flow económico: se obtiene sumando al beneficio
neto de la empresa la amortización del periodo y las provisiones realizadas, ya que
ambos son gastos que no se pagan.
Amortización: es la pérdida del valor que va sufriendo todo el año el inmovilizado de la
empresa (edificios, maquinaria, equipo informático,) debido a su uso. Cada año la parte de
la pérdida del valor inmovilizado que le corresponde se incluye como gastos del ejercicio,
disminuyendo los resultados del mismo. El gasto de la amortización no supone un
desembolso financiero, puesto en el momento en que se paga la inversión realizada en un
activo es independiente del momento en que va gastando ese activo.
Previsiones: es la pérdida del valor que en un momento puntual puede sufrir algún elemento
del activo, ya sea clientes que probablemente no van a pagar, existencias que se han
deteriorado. En el momento en que la empresa es consciente de esta pérdida de valor,
realiza una provisión contable para reflejarla como perdida. Tampoco representan ningún
desembolso económico.