Page 7 - El gran capitán

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Los papas de Corazón Inquieto le mandaron a su habitación con una tarea. Debía ponerse la mano en el corazón y pensar en lo que había hecho y en lo que iba a hacer.
- Mamá, ¿y por qué tenía que ponerse la mano en el corazón?
- Haced vosotros la prueba. Poneos la mano en el corazón, cerrad los ojos y pensad en la historia de Corazón Inquieto.
- Natalia, la mano en tu corazón no en el de Flami.
- Jo, mamá, quería saber lo que siente Flami.
- Mamá, pues yo siento dos cosas. Cuando pienso en el cole y en las peras, siento mucha tristeza porque lo está haciendo muy mal. Pero cuando me imagino a Corazón Inquieto en su habitación siento que va a hacer algo bueno. Siento que en su corazón hay muchos superpoderes.
- Pablo, todos tenemos muchos superpoderes en nuestro corazón. Solo necesitamos constancia y fuerza de voluntad para sacar lo mejor de nosotros mismos.
- ¿Qué es eso, mamá?
- La fuerza de nuestro interior que nos ayuda a vencer los obstáculos. Es querer ser mejores, una y otra vez, hasta superarnos y sin cansarnos.
- ¡Qué guay! Y, ¿eso está en nuestro corazón?
- Sí, hijo, todos podemos ser mejores.
- Pues Flami para superar los obstáculos tiene las alas. Abre las alas, y las mueve fuerte, y más fuerte y vuela alto.
- Natalia, bájate de la cama. No te pongas de pie en la cama. Si quieres volar alto como Flami debes usar las alas del corazón. Volvamos a la historia de Corazón Inquieto. Está en su habitación con la mano puesta en el corazón reflexionando sobre lo que ha hecho y sobre lo que va a cambiar.
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