Page 225 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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                           Inflación, devaluaciones y deuda externa
En medio de esas circunstancias, asumió la presidencia Luis Echeverría Álvarez, quien gobernó de 1970 a 1976. La administración echeverrista, al reconocer que el modelo de desarrollo estabilizador había provocado la descapitaliza- ción de la agricultura, tomó medidas para que recuperara su dinamismo; el déficit comercial mexicano se quintuplicó de 1972 a 1975; muchos empresarios sacaron su dinero de México y, en consecuencia, la reserva monetaria del Banco de México disminuyó, y en 1976 el peso entró en flotación y se devaluó en un porcentaje cercano al 100%, de 12.50 pesos por dólar pasó a casi 25 pesos por dólar.
José López Portillo (1920-2004), sucesor de Luis Echeverría, gobernó de 1976 a 1982. Consideró indispensable volver a impulsar la industria, por lo que dio facilidades financieras al empresariado, pero la situación siguió siendo crítica. Sin embargo, a mediados de 1977 se descubrieron abundantísimos yacimientos de petróleo en el sureste del país. López Portillo vio en esto la salvación de la economía: como en 1979 el precio del barril de petróleo era de 38 dólares (en 1960 era de sólo cuatro) aquel descubrimiento dio motivos para prever ganancias extraordinarias. El go- bierno lopezportillista gastó muchísimo y generó más inflación, confiado en que las ventas de petróleo la soluciona- rían. Desafortunadamente, el precio del barril de petróleo descendió de 31.19 dólares y 33.20 dólares en 1980 y 1981, respectivamente, a 28.69 dólares en 1982.
Con esto, todo se vino abajo y México se convirtió en uno de los países del mundo con mayor deuda externa y sin recursos para pagar. Al finalizar el sexenio de López Portillo esa deuda había aumentado de 26 000 millones de dólares en 1976 a 80 000 millones de dólares; la inflación se había dispa- rado y el tipo de cambio había pasado de 22 pesos por dólar en 1977 a 70 pesos por dólar en 1982.
La situación de dicha deuda era tan grave que en 1981 se pidió más di- nero prestado, el cual se usó exclusivamente para el servicio de la misma, es decir, para pagar los intereses de los préstamos. El 1 de septiembre de 1982 el gobierno mexicano adoptó medidas dirigidas a contener una crisis financiera de grandes proporciones. En su último informe de gobierno, López Portillo decretó una suspensión temporal de los pagos de la deuda externa, devaluó la moneda en más de 100%, estableció el control de cambios y nacionalizó la banca comercial privada (los bancos privados pasaron a ser propiedad del Estado). Estas medidas tenían como objetivo dar una solución inmediata a la grave crisis desencadenada por el colapso de los precios del petróleo.
    López Portillo fue sucedido en la presidencia por Miguel de la Madrid Hurtado (1934-2012), cuya gestión presidencial duró de 1982 a 1988. Reci- bió un país en pésima situación económica: aproximadamente 83 600 mi- llones de deuda externa, un tipo de cambio de 149.25 pesos por dólar, las reservas internacionales del Banco de México en su punto mínimo (1 593.2 millones de dólares).
Ante esa situación, De la Madrid aplicó medidas de solución como
éstas: propició la economía de libre mercado (según la cual el Estado no
interviene en la fijación del precio de los productos y servicios, sino que
dicho precio depende de la cantidad de productos y servicios demandada
por los consumidores y la ofrecida por los proveedores); aumentó cons-
tantemente el precio de la gasolina y de los bienes y servicios públicos;
eliminó gradualmente el subsidio a los alimentos básicos (como el pan, la
y supresión de las empresas públicas; y con el propósito de evitar la fuga
dolarización de la economía mexicana (es decir, para que el dólar estadounidense no se usara en México, junto con el peso, como moneda en intercambios comerciales ni en depósitos bancarios), De la Madrid devaluó el peso a lo largo de todo su sexenio. La tabla siguiente muestra las cifras correspondientes a la inflación y la devaluación al final del sexenio de De la Madrid hasta el de Felipe Calderón.
Con respecto a la deuda externa, ha sucedido más o menos lo mismo que con la devaluación y la inflación: no ha sido exclusiva de un sexenio presidencial, sino que México se ha endeudado con el extranjero desde sus inicios como nación independiente: en 1824 y 1825, a sólo cuatro años de la consumación de su Independencia, México obtuvo dinero prestado por las casas de préstamo inglesas B.A. Goldschmidt and Co., y Barclay, Harring y Richarson and Co. Y a partir de esos primeros préstamos, la deuda externa mexicana ha tenido altibajos: ha aumentado, ha descendido, sus pagos han sido suspendidos (los suspendieron, por ejemplo, Benito Juárez y López Portillo) y han sido reanuda- dos (terminada la lucha armada de la Revolución, el presidente Obregón los reanudó pues estaban suspendidos desde 1914), pero nunca ha sido liquidada.
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3 Durante el gobierno de José
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          López Portillo el petróleo fue la base prin- cipal de la economía mexicana. Hoy en día los ingresos por ventas de petróleo son aproximadamente el 35% de los ingresos del gobierno mexicano.
tortilla y la leche); inició la privatización de capitales mexicanos al extranjero y la
México en la era global 225




































































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