Page 249 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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                           El 3 de agosto de 1980 México y Venezuela firmaron en San José de Costa Rica el Acuerdo de San José o Acuerdo Petrolero de San José, con base en el cual ambos países suministrarían hidrocarburos en condiciones preferenciales a los países centroamericanos y del Caribe, a fin de promover su desarrollo social y económico. Los países beneficiados fueron: Barbados, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Repú- blica Dominicana. Cuba fue incorporada a ese grupo en octubre de 2000. El pacto ha sido renovado durante 25 años y seguía vigente en el sexenio de Felipe Calderón.
En 1983, en la Isla de Contadora, México junto con Colombia, Panamá y Venezuela integró el Grupo de Con- tadora. En 1985, Perú, Argentina, Brasil y Uruguay integraron el Grupo de Apoyo al Grupo de Contadora. Los ob- jetivos de ambos grupos fueron: crear condiciones pacíficas en esa región; (eliminar el armamentismo y la presencia militar extranjera) e impulsar en ella un proceso de desarrollo económico y social. La creación de ambos grupos se fundamentaba en el convencimiento de que los problemas latinoamericanos deben ser resueltos por los países latinoa- mericanos mismos. No contó con el apoyo de Estados Unidos, que se rehusó a reconocer al gobierno de Nicaragua y a renunciar a sus intervenciones militares en el área.
En 1984 se efectuó en Cartagena de Indias (Colombia) la primera reu- nión del Consenso de Cartagena en la que participaron los países más en- deudados de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, República Dominicana, Uruguay, México, Colombia y Venezuela) con el objetivo de resolver el problema de sus deudas externas. Se pensó que dichos países podrían declarar una moratoria conjunta de pagos, lo que hubiera hecho quebrar a los 10 grandes bancos norteamericanos que habían hecho préstamos a los países firmantes del consenso. El Tesoro norteameri- cano, el Comité de Bancos estadounidenses y el FMI reaccionaron con rapi- dez y en los meses siguientes lograron neutralizar la amenaza de que los paí- ses latinoamericanos se retrasarían en pagar sus deudas externas. México, Brasil y Argentina terminaron negociando con el FMI de manera individual, en distintos momentos bajo la promesa de obtener mayores beneficios.
En 1986 fue creado el Grupo de Río o Grupo de los Ocho. Lo inte- graron Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela, principalmente con los propósitos de ampliar y sistematizar la cooperación política entre los gobiernos integrantes, establecer posiciones comunes en los foros internacionales, promover el mejor funcionamiento y coordinación de los organismos latinoamericanos de cooperación e integra- ción, buscar soluciones propias a los problemas y conflictos que afectaran a la región, e impulsar los procesos de integración y cooperación. Desde su fundación hasta 2010 el grupo llevó a cabo anualmente reuniones conocidas con el nombre común de Cumbre de Río, en las cuales se reunieron los jefes de Estado y los ministros de relaciones exteriores de los países miembros.
En el ámbito de la política exterior mexicana relacionada con Estados Unidos y Canadá sobresale el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), del que se tratará a continuación.
El TLCAN y sus problemas: migración e intercambio comercial
Figura 5.24 La Cumbre de Río en 2010 se efectuó en Playa del Carmen (México)
y dio origen a la creación del organismo sucesor del Grupo de Río, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Con ella se trató de crear una organización que agrupara a todos los Es- tados de América Latina y El Caribe, que los uniera e integrara política, económica, social y culturalmente, y que aumentara en ellos el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico y el desarrollo independiente y sostenible.
          El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, Canadá y México, según el cual esos países intercambiarían productos que desearan o necesitaran. En un principio, el TLCAN parecía benéfico para los tres países, pues México podría vender sus productos en los amplios mercados nor- teamericano y canadiense y, en reciprocidad, Estados Unidos y Canadá colocarían los suyos en el mercado mexicano.
Sin embargo, el TLCAN resultó benéfico para ellos y no tanto para México, por razones como las siguientes:
• Al ser producidos en grandes cantidades, los productos norteamericanos y canadienses resultaban más baratos que los mexicanos, por lo cual éstos no podían competir con ellos en el mercado nacional ni en el internacional.
• La industria y el campo mexicanos, por su rezago tecnológico, no podían competir con la producción industrial y agrícola de Estados Unidos y Canadá; por ejemplo, en 1991, 63% de los agricultores mexicanos carecían de tractores.
• Elgobiernoestadounidenseimpusoestrictasrestriccionesrespectodelacalidadydelaformadefabricaciónde los productos mexicanos que importaría. Así, para proteger a sus productores de atún, Estados Unidos se negó a importar atún mexicano argumentando que los mexicanos dañaban el ambiente al matar delfines cuando pes- caban atún (lo cual no era verdad); asimismo, impidió la entrada de transportes de carga mexicanos a territorio estadounidense con el pretexto de que estaban en mal estado o de que sus conductores no dominaban el inglés.
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