Page 74 - Secundaria - Historia de México - 3er Grado
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 MIENTRAS QUE...
Por lo general, las ciudades novohispanas siguieron
la traza o distribución de las españolas como se menciona en el fragmento anterior. Tenían una plaza principal donde se encon- traban la casa de gobierno, el mercado y la parroquia
o catedral, es decir, los po- deres político, económico y religioso. A partir del centro salían calles rectas que formaban una especie de tablero de ajedrez (al estilo renacentista). Muchas de las ciudades hasta hoy
han guardado esta traza en su viejo casco o primer cuadro, aunque también existen las que han crecido de manera desproporciona- da y sin orden.
El papel económico de la Iglesia y las grandes fortunas mineras y comerciales
La Iglesia católica (tanto secular como regular) acumuló a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, gran poder económico además del espiritual, político y cultural. Esta Institución poseía muchas y grandes propiedades que había adquirido por dona- ciones y herencias testamentarias de los fieles, pero también por medio de adjudi- caciones por préstamos no pagados. Los bienes que no utilizaba para su trabajo los arrendaba, con lo cual obtenía recursos cuantiosos que le permitieron fungir como banco al prestar dinero con garantía hipotecaria. Es decir que quienes le pedían un préstamo dejaban su propiedad en garantía y si no podían pagar la deuda la Iglesia se quedaba con la propiedad —hay que aclarar que por lo general otorgaba nuevos plazos para el pago—. Otra fuente de ingresos para la institución eclesiástica fue el cobro de diezmos, esto es el pago de una décima parte de las ganancias de los fieles. Además, cobraban por las indulgencias y los servicios religiosos como bauti- zos, bodas, misas por alguna intención especial y obras pías en general.
El poder alcanzado por la Iglesia se oponía a los intereses de los nuevos monar- cas Borbones que deseaban recuperar el control de la colonia, por lo que se dieron a la tarea de disminuir su poder con medidas como la expulsión de la orden de los jesuitas de los territorios gobernados por España y la aplicación de la Real Cédula de Consolidación de Vales Reales (1805-1809), que, como verás más adelante, ordenaba a la Iglesia a vender todas sus propiedades para que el dinero producto de la venta se prestara a la Corona. Al aplicarse, la Iglesia perdió propiedades y dejó de finan- ciar empresas. Los resultados fueron que muchos negocios tuvieron que cerrar por falta de dinero y la Iglesia perdió poder.
Junto con la Iglesia, los mineros y comerciantes también gozaron de gran poder económico. El auge minero y comercial del que se ha hablado ex- plica las grandes fortunas de quienes participaban de estas actividades. A pesar de que las minas eran propiedad de la Corona, ésta concedía su explotación a quien lo solicitase a cambio de 20% de la producción, que se llamaba quinto real. La explotación de una mina requiere de gran capi- tal, por lo que quienes invirtieron en esta empresa debían contar con él. También los grandes comerciantes dedicados al mayoreo y al inter- cambio con el exterior resultaron muy favorecidos por el crecimiento económico de la Nueva España en el siglo XVIII. La fuerte economía de este grupo le permitió alcanzar el poder político e influir en institucio- nes de importancia, como la Audiencia de la Ciudad de México. Su fuerza como grupo se consolidó cuando los comerciantes formaron una corpo- ración en 1592, como había en España, llamada Consulado de la Ciudad de México que gozó de privilegios y de poder en el territorio novohis- pano y tenía un amplio margen de autonomía. Con el propósito de dis- minuir su poder en 1795 se establecieron dos nuevos consulados: el de
Veracruz y el de Guadalajara.
Las innovaciones agropecuarias, la tecnología minera e inicios de la actividad industrial
La expansión económica de la Nueva España en este periodo incluyó la minería y el comercio antes explicados, la agricultura y la ganadería. Los productos agrícolas fueron la base de la economía novohispana aunque su producción no benefició di- rectamente a la metrópoli. En la producción agropecuaria existían pequeños pro- pietarios, es decir, campesinos que producían para el autoconsumo, y pueblos de indígenas que también contaban con tierras de cultivo y cuya producción era de subsistencia; quienes producían en gran escala fueron principalmente las ha- ciendas, propiedad de españoles o de corporaciones religiosas, como los conventos.
   Figura 2.3 Retrato de Doña María de la Luz Padilla, y (Gómez de) Cervantes. Miguel Cabrera, 1758-1762. Los retratos representaron a los integrantes de la aristocracia novohispana. La desigualdad social se expresaba en la ropa. Observa los ropajes finos y poses estáticas para mostrar poder.
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