Page 34 - Libro de la ventana
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Condensación en el cristal | Vidrios empañados en el interior y exterior
Todos los años, a principios de la temporada fría, surgen preguntas sobre el tema de la condensación en las
ventanas y ventanales. Generalmente, la humedad puede condensar también la superficie interior de vidrios
aislantes. Además de "condensación" se habla de agua condensada o rocío.
En las viviendas, día por día producimos vapor de agua al ducharnos, limpiar, cocinar etc. Estas cantidades
de agua se quedan en el aire en forma de vapor invisible. Cuando este aire "rico en agua" choca con el vidrio
frío, por ejemplo en el invierno, el vapor de agua "condensa" y queda en el cristal en forma de gotitas visibles
de agua. El vapor sólo se condensa en el vidrio cuando la temperatura de la superficie interior es baja y la
humedad ambiental relativamente alta.
En particular en habitaciones sin calefacción (p.ej. en el dormitorio), en los días fríos la humedad puede
condensar incluso los vidrios aislantes. La razón es que estas habitaciones se enfrían constantemente
durante la noche; a la vez, se satura el aire con vapor de agua proveniente de la respiración.
La condensación siempre empieza en el borde del vidrio debido al separador del vidrio aislante que tiene
peores características termoaislantes que el resto de los vidrios. Además, las repisas anchas y el perfil de la
hoja pueden obstaculizar el flujo de aire, lo que también favorece la condensación de agua en la parte inferior
donde el vapor siempre se empieza a condensar antes que en el centro del vidrio.
Por eso el instituto ift recomienda entre otros el uso de
espaciadores de "borde caliente" en unidades de
vidrio aislante para eliminar el agua condensada en el
borde del vidrio. Para estos espaciadores, en vez de
materiales como aluminio y acero, se utilizan
materiales sintéticos con menor conductividad térmica.
Un bajo valor Ug del vidrio (normalmente por debajo
de 1,0) puede llevar a la condensación de agua en la
superficie exterior, e incluso puede helarse en el
invierno; eso obviamente afecta al confort para el
usuario y debería evitarse. Si eso no es posible, por lo
menos debería informarse al cliente final sobre este
fenómeno antes del montaje de las ventanas (
obligación de advertencia!) para evitar posibles
reclamaciones por parte del cliente.
El rocío se forma en los vidrios altamente aislantes en la cara exterior cuando la superficie exterior enfría
mucho, por ejemplo durante la noche, pero el calor del interior no llega hacia el cristal exterior debido al alto
aislamiento térmico del vidrio. Entonces, la temperatura superficial exterior del vidrio baja hasta el punto de
rocío, y el vapor de agua empieza a condensar. Muchas veces queda una franja libre de condensación en los
bordes. Esto es el resultado de la alta conductividad térmica del separador del vidrio aislante que conlleva
una mayor temperatura superficial exterior. La experiencia nos enseña que con el aumento de la temperatura
por la mañana, la condensación desaparece.
Las reclamaciones que se basan en la aparición de condensación en la cara exterior del vidrio aislante no se
suelen aceptar porque en estos casos se trata de un efecto físico que justamente resulta del buen aislamiento
térmico del vidrio. Se podría solucionar este efecto, por ejemplo, con una persiana que evite que el vidrio se
enfríe tanto en la cara exterior. Esto podemos comprobarlo cuando la persiana se baja por la noche.
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