Page 52 - Jesús: el camino, la verdad y la vida
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HABLA CON UNA MUJER SAMARITANA
JUAN 4:3-43
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Jesus y sus discıpulos salen de Judea y se di-
rigen al norte, a Galilea, pero para llegar a su
destino tienen que atravesar el distrito de Sa-
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maria. Son cerca de las doce del mediodıa y es-
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tan cansados por el viaje. Ası que se detienen a
descansar cerca de la ciudad de Sicar, junto a
un pozo que probablemente hizo Jacob siglos
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atras, o pago para que lo hicieran. En la actuali-
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dad, ese pozo todavıa existe y se encuentra cer-
ca de la ciudad de Nablus.
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Jesus descansa junto al pozo mientras sus
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discıpulos se van a la ciudad a comprar comida.
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Entonces, llega una mujer samaritana para sa- Al oır estas palabras, la mujer le dice: “Dame
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car agua, y el le dice: “Dame de beber” (Juan de esa agua, senor, para que no vuelva a tener
4:7). sed ni tenga que estar viniendo a este lugar a
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Debido a prejuicios muy arraigados, los judıos sacar agua”. En ese momento, parece que Jesus
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no tienen trato con los samaritanos. Ası que la cambia de tema, y le pide: “Anda, llama a tu es-
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mujer, sorprendida, le pregunta: “¿Como es que poso y vuelve aquı”. “No tengo esposo”, le con-
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tu, que eres judıo, me pides agua a mı, que soy testa ella. A lo que Jesus le responde: “Tienes
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samaritana?”. Jesus le responde: “Si supieras del razon al decir que no tienes esposo, porque has
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regalo de Dios y supieras quien es el que te esta tenido cinco y el hombre que tienes ahora no es
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diciendo ‘Dame de beber’, tu le habrıas pedido tu esposo” (Juan 4:15-18). ¡Que impresion debe
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agua a el, y el te habrıa dado agua viva”. Enton- causarle que Jesus sepa tanto de ella!
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ces, ella le contesta: “Pero, senor, si ni siquiera Para esta mujer, esas palabras de Jesus solo
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tienes con que sacar agua, y el pozo es profundo. pueden significar una cosa: “Senor, veo que
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¿De donde vas a conseguir esa agua viva? ¿Aca- eres profeta”, expresa maravillada. A continua-
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so eres tu superior a nuestro antepasado Jacob? cion, demuestra que le interesan los asuntos es-
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El fue quien nos dio este pozo, del que bebieron pirituales al decir: “Nuestros antepasados [los
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el, sus hijos y su ganado” (Juan 4:9-12). samaritanos] adoraban a Dios en esta monta-
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“Todo el que beba de esta agua volvera a te- na [llamada Guerizim, que no esta lejos de allı],
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ner sed —le dice Jesus—. El que beba del agua pero ustedes [los judıos] dicen que hay que ado-
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que yo le dare nunca mas tendra sed. Mas bien, rarlo en Jerusalen” (Juan 4:19, 20).
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el agua que yo le dare se convertira dentro de el Sin embargo, Jesus le aclara que el lugar don-
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en un manantial que brotara para dar vida eter- de uno adora a Dios no es lo importante: “Viene
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na” (Juan 4:13, 14). Como vemos, aunque Jesus la hora en que ni en esta montana ni en Jerusa-
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esta cansado, habla con la mujer samaritana de len adoraran ustedes al Padre”. Y anade: “Viene
verdades que pueden hacer que viva para siem- la hora —de hecho, ha llegado ya— en que los au-
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pre. tenticos adoradores del Padre lo adoraran con
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