Page 136 - Libro_Medicina_24_7
P. 136
SALUD MENTAL, PASADO Y PRESENTE:
MI RELATO
Estaba cerca de finalizar el duro, pero lleno de experiencias, año de
internado en un gran hospital de la capital. Faltaba un paso para la gra-
duación: la tesis.
Dentro de este largo proceso de formación, ante las vivencias presen-
tadas y personas conocidas, un tema en especial llamó mi atención: tras-
tornos mentales. Entre las infinitas posibilidades que la medicina ofrece
para realizar una investigación, ¿por qué elegir salud mental? A continua-
ción, el contexto y explicación.
En la mayoría de los servicios de atención médica, desde que se da
los primeros pasos en su diario desenvolvimiento, el mensaje que se re-
pite siempre es que la vida hospitalaria es muy similar al funcionamiento
del ejército, dadas las jerarquías estructurales, a las cuales hay que suje-
tarse sin chistar. Además, mientras más bajo en la figura, no existe voz
ni voto, solamente cumplimiento de órdenes, sin objeciones, y atención
a la comunidad. Conforme se escala, de la mano del paso de los años, al
ser residente mayor o especialista, por dar dos ejemplos, la situación es
diferente pero el ciclo se repetirá siempre. Así es y será. Esto me llevó
a cuestionarme varias cosas; sin embargo, al conversar con colegas ma-
yores su respuesta era: “Yo me forme así y no me quejaba, no lloraba”.
Entonces no es sólo la formación, sino que también es cíclica la ma-
nera mecánica de aprendizaje de procedimientos, que se han hecho así
quién sabe desde cuándo, sin alternativa alguna de innovación o razona-
miento sobre su ejecución. Por lo tanto, todas estas preguntas que surgían
nos impulsaron a mi colega buen amigo, y a mi, a plantearnos algunas
suposiciones al respecto, tomando en consideración, además de todo lo
dicho, las pésimas experiencias que algunos compañeros tuvieron que
soportar, así como malas relaciones entre colegas, que más de una vez
despertaron ideas de abandono y sentimientos de fracaso.
Sí, yo también las tuve. Me pregunté varias veces, si realmente tenía
que ir o qué pasaría si no asistía algún día; o, en su defecto, cuáles se-
rían los precios por pagar al retirarme de la carrera o si habría la posi-
bilidad de cambiar de servicio a otro hospital. ¿Acaso era el único que
pensaba así? Pues no, no lo era. Es evidente que cada individuo responde
de manera distinta a la carga académica, laboral y emocional que debe
enfrentar a diario; entonces, este se convertiría en el punto de partida de
la investigación para la tesis de grado que desarrollaríamos, sobre el es-
tado emocional del personal de salud.
Para tomar vuelo, establecimos los parámetros que marcarían el ca-
Regreso al Indice 137