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Su rostro terminó por confirmar mis sospechas. Al ver que ninguna   HACIA EL FORTALECIMIENTO DE LA
 de sus amenazas nos doblegaba, respondió de la manera que lo hacen los   ATENCIÓN PRIMARIA EN EL ECUADOR
 seres irracionales, consumidos por la ira y la desesperación. Los insultos
 y los menosprecios que lanzaba eran únicamente el reflejo de su pobreza
 de alma, que se veía perdida y necesitaba exteriorizarlo.  Como toda joven, tenía sueños claros y uno de ellos era lograr ser

 Al día siguiente la sentencia se dictó a nuestro favor. María, la pa-  profesional de la salud, médica, dispuesta a asumir la responsabilidad
 ciente, había declarado que no sufría dolencia alguna, sino que su esposo   del caso, así como a superar los enormes retos que se presentarían en el
 le había obligado a ser parte de esta farsa pues tenían algunas deudas que   camino.
 pagar.           Una vez que inicié con este largo, pero hermoso camino, experimenté
 Ni las amenazas, ni los insultos, ni la angustia que en algún momento   las diferencias entre clases sociales; la exclusión respecto a recursos eco-
 llegamos a experimentar pudieron derrotarnos, pero sí enseñarnos. Esta   nómicos y status social fue un tema bastante marcado, siempre debiendo
 experiencia, en la que no encontré sosiego sino hasta el desenlace, me   primar la formación con valores recibidos en el hogar, sin desmayar ante
 dejó en claro que sin importar cuánto de la vida ponga en el quirófano,   las dificultades del día a día, pudiendo valorar así cada logro conseguido.
 o las horas de estudio, con toda el alma y corazón, no siempre seré reco-  Estaba donde quería estar, respaldada por mis seres queridos todo el
 nocida, y lo que es peor, existirán quienes se esfuercen para destruir, sin   tiempo, a pesar de que eran tiempos de incertidumbre y desconcierto. En
 tomar en cuenta el sacrificio.   todos los niveles de la sociedad existía desesperanza, los profesionales
 Teresa de Calcuta  decía: “Da siempre lo mejor, y lo mejor vendrá”;   de la salud que se transformaban en mercantilistas de la profesión, apro-
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 por lo tanto, no quiero cerrar esta historia sin antes agradecer a mi tutor, a   vechándose de las necesidades de los pacientes para lucrar de manera
 quien considero mi maestro y amigo, al ser que me ha enseñado a seguir   indiscriminada.
 adelante, con palabras de aliento como estas: “Si te caes, sacúdete el   Con un sueño iniciado y la convicción firme de que no claudicaría en
 polvo, y levántate” Muchas gracias.   el trayecto se me presentó una oportunidad de oro a mediados del 2006,

               al ser parte de un proyecto internacional de formación interuniversitaria
               para que jóvenes como yo pudiéramos formarnos como médicos en el
               extranjero. La tomé sin duda, pese al cargamento de miedo abonado de
               extrañeza y lejanía a nuestro hogar, pero agradecida con Dios y la vida
               por la posibilidad. Nos fuimos varios, dispuestos a prepararnos en exce-
               lencia para regresar como un verdadero ejército de batas blancas que lo
               darían todo por el bien de los coterráneos.
                  Fue una etapa de mucho aprendizaje, no solo en la parte científica y
               profesional, sino también en la humana. Estuvimos orientados por pro-
               fesionales a carta cabal, que además de ser los mejores docentes que pu-
               dimos haber tenido, lograron que seamos empáticos al máximo con los
               pacientes, que la cura sea de forma integral, sintiendo su dolor y sus pre-
               ocupaciones como propias, pensando siempre en la mejoría de su salud.

                  Recuerdo varias anécdotas de ese lapso, algunas muy bellas, otras no
               tanto, lejos del entorno acostumbrado, donde la única alternativa válida
 Autora: Md. Elena Bayas  para progresar era la adaptación a la nueva realidad y sus consideraciones.
               Entonces los extraños se volvieron cercanos, los amigos eran como her-
               manos, e inclusive apareció el novio que se convertiría en el amor de tu
               vida y en un futuro no muy lejano en tu esposo. Nos unió el hecho de
               que los dos estábamos comprometidos a ser los mejores de la clase, pri-
 4 1910-1997, nacida en Albania cuyo nombre real era Agnes Gonxha Bojaxhiu, fundadora de la congregación
 llamada Misioneras de la Caridad, en Calcuta, India.  mero, para ser luego los mejores en los escenarios donde nos desenvolve-
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