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vestimenta, hay una hija, una madre, una hermana que se sensibiliza con   DETRÁS DEL ARCOÍRIS DE UN GALENO
 el dolor ajeno, que padece con el sufrimiento de los demás; y que no deja
 de orar para no llevar el virus a otras personas. Así, detrás del protector
 facial, de la mascarilla, de las gafas, se esconde una fascie de angustia, el   ¿Alguna vez has cruzado más allá del espejo?, sí, de ese espejo que
 corazón late más rápido, y me mantengo al pie del cañón, ¡Hay que sacar   tienes en tu escondrijo, que a diario se roba la fijeza de tu pupila y te
 adelante en turno! me lo repito todo el tiempo, en aquella vez y ahora.    miras orgulloso, lleno de ideales, con una anasarca   de ciencia y de li-
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 Sentía el sudor cayendo de la frente, mis labios resecos, la vejiga llena,   bros, aquel cristal en el que te plasmas glorioso y poderoso. Eres médico
 ante la imposibilidad de ir al baño por varias horas, el elástico de la mas-  y tienes un potencial enorme, lo sabes, todos lo dicen, lo sientes, tienes
 carilla lacerándome la piel; en fin, dolencias físicas que forman parte del   la gracia de sosegar llantos, sanar enfermos, de conducir a la luz de vida,
 don de servicio y del arte de la medicina.   de aplacar dolencias, de restaurar lo quebrado y tienes el don de propiciar
 Así, entre un paciente y otro transcurrió la madrugada y el ciclo se   latidos donde quedó silencio.
 repite en cada turno. Las ambulancias han dejado de entonar su inconfun-  Te esfuerzas cada día por conseguirlo, esa sensación de supremacía
 dible sonido, y era el trino de las aves lo que se escuchaba en el silencio.   que baila por cada célula en tu cuerpo después de horas de trabajo ago-
 Empezó a clarear, me asomé a la ventana y vi al astro rey aparecer a lo   tador o de capítulos enteros de patología, cirugía, angiología, ortopedia,
 lejos; y con él, la sensación de satisfacción, porque significaba que el   fisiología o de todo a la vez, no conoces el término descanso, te alimentas
 turno estaba cercano a terminar, y de manera victoriosa. He, y hemos,   de libros.
 cumplido con nuestra vocación, cuidando de los pacientes.
                  Te disgusta salir de ese medio de dominio y no lo haces, encapsulas
               cual macrófago, los recuerdos de aquel primer día que tomaste un bisturí,
               para revivirlo una y otra vez, no olvidas el carmesí de las salas de urgen-
               cias que tanto te apasiona, lo guardas como magia que orbita en tu mente,
               y tienes el poder de transformarlo en cielo con tu ciencia y arte.
                  Ese eres tú, un ángel entre mortales. Pero, ¿alguna vez te has puesto
               del otro lado?, tal vez sí o tal vez no, tal vez has pensado que nunca te
               pasaría, la antítesis de la vida de un galeno no puede sucederte a ti, y de
               repente el hermoso tornasol de tu vida se convierte en cenizas que vuelan
               por los recuerdos de la anatomía y fisiología que tanto estudiaste, bus-
               cando respuestas, buscando curas, tratamientos o abordajes, pero nada
 El reloj marcaba las 07:00 am, y estaba lista la entrega del turno. Mi
 relevo era un compañero joven y lleno de júbilo, de esos amigos que   vale, la farmacología ya no ejerce en tu encéfalo, no hallas la ciencia
 hacen sonreír en los momentos más difíciles de la vida; ¡Cuánto nece-  exacta para lo que sucede; el destello que causa el pasar de ser quien
               sana, al que busca sanación te obnubila y no puedes ver más allá del gran
 sitamos más gente así! Sin ninguna novedad ha concluido la jornada de
 trabajo. Es hora de salir del segundo hogar.  resplandor que ahora te sucumbe, una refulgencia de transición a la larga
               tiniebla que empiezas a vivir.
 Conduje por las hermosas y desoladas calles de Quito, durante diez
                  Agobiado por las preguntas y las dudas de tu prole, abrumado de ser
 minutos hasta la casa, lo que en un día común serían cuarenta; en el ca-  quien intente resolver la patología, pretendes mantenerte firme con la
 mino medité sobre el enorme sacrificio de todas las personas que labo-
 ramos en el área de salud, que además somos hijos, padres, hermanos, y   materia en tu cabeza que ahora es un largo laberinto y buscas la salida,
               así como lo hacías con tus pacientes, pero no puedes, ya no es solo “el pa-
 que siempre alguien espera con ansias el arribo al hogar.
               ciente de neuro”, ahora quien adolece es tu sangre y no llegas a entender
 Llegué y el mejor regalo, fue encontrar a los que quiero, esperándome   cómo  dejaste  que  sucediese  aún  sabiendo  el  arte  de  la  fisiopatología
 en la entrada; ahí, terminó el arduo y gratificante trabajo de la doctora.   que nada tiene que ver con tu actuar, recopilas paso a paso lo sucedido,
 Lo más bonito, mis padres efusivos y agradecidos con Dios, exclamando:
 ¡“Has llegado a casa mi héroe”!
 Autora: Md. María Fiallos   1 es un término médico que describe una forma de edema o acumulación de líquidos masiva y generalizada
               en todo el cuerpo.
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