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mientas sujetas su mano intentando ser su médico. Esperas impacientemente fuera de esa sala de quirófano a la que
siempre quieres entrar, estás del otro lado del cristal, y ensayas en tu
Escuchas llantos y lamentaciones, experimentas el miedo de no volver
a verlo, de no volver a escuchar su voz, en aquel momento es inexcusa- mente cada uno de los momentos desde lavarte las manos, hasta cerrar
blemente dónde la sístole y la diástole no existen, todo ese poder que la incisión, pero no, ya no eres el médico que hace el procedimiento,
profesabas tener se desvanece como espuma al agua, sientes un estruendo ahora eres el familiar que espera un milagro. Conversas con el dueño de
por tus venas que llega hacia el núcleo de tu ser para paralizarte comple- la existencia y le dices que estás dispuesto a dejar lo que más te apasiona
tamente y caes abatido. con tal de que te lo devuelva vivo, nunca has sentido esa impotencia y
desesperación, y por fin terminas de comprender la importancia de ser
Temeroso, intentas buscar ayuda en colegas, pues en ti, se ha esfu- humanitario con paciente y familiar.
mado la ciencia, se ha apoderado el miedo y la incertidumbre. Llega el
Los segundos van como marcapasos y galopan tus entrañas, ¿piensas
momento en el que se confrontan cara a cara la medicina y los senti- qué complicación se presentaría?, ¿estará bien la anestesia?, ¿y si sufrió
mientos, nunca antes pensaste o sentiste que debes ser humanitario en
un nivel muy exorbitante, te conformaste con el famoso “primum non un paro?, o quizá, ¿estarán ya cerrando?, te incomoda tanto no saber que
nocere” que repetiste en tu juramento hipocrático, o con las clases de sucede ahí dentro y solo te queda esperar pacientemente del otro lado.
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ética médica en las que te enseñan cómo tratar a los pacientes, pero no Las manecillas se pasean una y otra vez en el limbo de aquel enorme
excavaste más allá, hasta hoy, que te toca decidir correr el riesgo o dejar reloj de pared, por tu mente circulan los recuerdos junto a tu ser amado,
que se apague aquel caldero que siempre te guio por el camino; Y lo que vives su lucha diaria con la enfermedad mientras se agotan los segundos
creías refulgente y absoluto, aquello por lo que desistirías a cualquier de aguardo.
cosa por conseguirlo, se vuelve sorprendentemente desvaído. Y entonces De repente auscultas el sonido de las ruedas andantes de una ca-
te cuestionas, ¿qué veían tus ojos antes? ¡Ciencia y no humanidad! Esa milla, y queda esa efigie esculpida en tu memoria cual cincel graba en el
es la respuesta. mármol, la camilla en dónde reposa débil e indefenso lo que más amas,
Escuchas en los pasillos de aquel hospital risas, anécdotas de la vida monitores, el tanque de oxígeno, los médicos, la enfermera y el auxiliar,
de los profesionales de la salud, festejos, pero también ves cansancio y abriendo paso a las tórpidas puertas del ascensor para llevarlo a la temida
sueño, observas el ajetreo de la vida médica de la que siempre fuiste parte UTI, sí, a aquella sala que nunca antes te había espeluznado tanto, como
interna y activa, cierras los ojos e intentas abrirlos, un rayo de luz derrite en esta ocasión que al escuchar “lo vamos a subir a la UCI” causó que tu
tu retina y te encuentras atemorizado porque sabes que ahora estás del piel se erizara y nuevamente te paralizas sin saber que hacer.
otro lado, eres paciente, o peor aún, el familiar del paciente. Son momentos sombríos, se te nublan los pensamientos, sientes esa
Como médico sabes qué es lo que debes hacer, como familiar no sabes taquicardia y escuchas un fuerte tinitus que te desbrida profusamente y
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qué decisión tomar y reiteradamente la ciencia se pelea con la sangre y retumba tu interior cual impulso eléctrico se dispersa hasta tus fibras de
lesiona tu anatomía, célula a célula va destruyendo todo del médico que Purkinje para finalmente continuar a la espera de ese deseado milagro
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fuiste y te deja sujetando de un hilo, ese hilo de amor por los tuyos, ese por el que tanto clamas, hasta que se rompe los cimientos de tu amada
amor que solo puedes tejer en la sala de un hospital cuándo es tu familia ciencia que la estudiaste incontables noches y sucede un acto fortuito, el
quien se debate entre ritmo sinusal y una posible asistolia . despertar.
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Entonces llega el momento crucial, el instante en el que armado de Se estabiliza tu frecuencia y agradeces tanto por el milagro, luego
valor sueltas su mano, besas su frente y le dices que esperas verlo luego entras en una meseta donde confluye sistema límbico e hipocampo , no
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de cirugía, aparentemente lo tienes todo bajo control, le transmites esa te alcanzan las plegarias para continuar agradeciendo por la vida y com-
fortaleza y le dices que todo saldrá bien, él cree en ti porque siempre serás prendes absolutamente que a la mayoría de los médicos nos forman de
tú su primer médico, tienes en tu poder toda su confianza, pero no sabes
qué hacer con ella, es mucha carga en tus hombros y no te queda más que
guardar esa confianza por la eternidad entre tus endebles miocitos .
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2 Se trata de una máxima aplicada en el campo de la medicina significa “lo primero es no hacer daño”.. 5 Es una célula multinucleada o sincitio, cilíndrica y con capacidad contráctil y de la cual está compuesto el
3 Término utilizado en medicina para describir el latido normal del corazón, tal y como se mide en un músculo esquelético.
electrocardiograma 6 Es descrito como un zumbido en los oídos.
4 Ausencia total de sístole cardiaca, con pérdida completa de la actividad. Es una de las formas de paro cardiaco. 7 Células del sistema de conducción cardíaco.
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