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Ginecología, si no escuchaste “¡Parto expulsivo!” a las cuatro de la ma-                  al área de emergencia; y, posteriormente, al área de pediatría. Hospital de
            ñana. Tantas vivencias de las buenas y de las otras, que al final, dejan una              primer nivel que brinda atención primaria y que, con poco material, se
            experiencia de vida sin igual, con guardias de treinta horas, cada cuatro                 debe hacer mucho para salvar la vida del paciente.
            días; y, en el posturno, volver a casa a seguir estudiando.                                 A los tres meses de haber ingresado recibí otra llamada, esta vez desde
               Cumplido el año se realizan los preparativos para el gran día la ce-                   el Hospital Pediatrico de la ciudad de Quito. Acepté el trabajo y me man-
            remonia de imposición de mandiles. Recordé la primera clase en la uni-                    tengo en él hasta la actualidad, ya que es un centro de mucho aprendizaje,
            versidad cuando esa pregunta me dio vueltas, ya que había llegado el                      por el nivel de profesionales que tiene y su capacidad resolutiva. Sin
            momento de vivir la respuesta: comprar el primer mandil blanco, con                       darme cuenta en ese momento, el sueño de ser pediatra había iniciado.
            mi nombre bordado, acompañado del “Dr.” Delante de él. Dicha cere-                          Y es así como diez años después sigo en este maravilloso camino de
            monia fue, es y será uno de los días mas felices e importantes en mi vida,                preparación y servicio, en el que el apoyo familiar ha sido fundamental
            acompañado del orgullo de mis padres, con la sonrisa en sus rostros, al                   para conseguirlo. Ser Médico es un cambio total de vida, de constante
            colocarme mi primera bata blanca. Sueño cumplido: Ser Médico. Sin em-                     preparación. Me queda pendiente un último paso: la especialidad. No han
            bargo, la historia no termina allí.                                                       sido pocos los intentos para ingresar a un programa de posgrado, pero las

               El siguiente paso es la medicina rural con el sorteo de las plazas, y                  largas filas de médicos generales, en contraste con las pocas plazas dis-
            otra vez las interrogantes se presentaron: ¿Qué prioridad tendré para                     ponibles, se convierten en una gran limitante para conseguir el objetivo.
            elegir plaza?, ¿Cuántas plazas habrá y en dónde?, entre otras; El día de                  No pierdo la esperanza de seguir adelante y llegar a Ser Médico Pediatra.
            elección resultó ser la situación más estresante de toda la carrera. Octava
            prioridad - “Varones Solteros”. La suerte me acompañó y mediante sorteo
            digital se me otorgó el puesto noventa y cuatro, ante lo cual pude elegir                                               Autor: Md. Esteban Terán Pazmiño
            el sitio:en un lugar de Manabí. ¿Dónde queda? Es el primer cantón de la
            provincia, a tres horas de Quito. ¿Fecha de inicio? mediados del 2017.
               Acompañado de mis padres y hermana, emprendí rumbo, llevando
            las cosas que creía necesarias para la cotidianidad. Conseguí un cuarto
            pequeño con un baño que no tenía puerta, el cual ahora es parte de la
            anécdota. Jamás olvidaré las lágrimas de mi madre al despedirnos previo
            a su retorno a la capital. Así empezó la travesía de la rural, conociendo
            nuevas costumbres, acentos, compañeros de trabajo. Sí, también los pai-
            sajes extraordinarios que el país tiene escondidos. Un nuevo mundo se
            me presentó, pintado de una distinta realidad: la de las personas que tra-
            bajan en el campo, su estilo de vida, ganándose cada dólar con mucho
            esfuerzo, pero siempre con alegría y compartiendo con los demás. Su
            receta: transformar lo sencillo en importante.  Días buenos, días malos,
            como antes y como siempre, pero en cada uno de esos trescientos sesenta
            y cinco días recibí una enseñanza de vida de alguno de los pacientes.
            Jamás hubo excepción al respecto, lo que me siguió forjando, como al
            acero en el fuego, en este camino de Ser Médico.
               De regreso en Quito llegó el momento de buscar trabajo con la res-
            pectiva repartición de carpetas en todos los hospitales cercanos, teniendo
            en cuenta que hay pocas oportunidades laborales para médicos generales
            que quieren hacer la residencia. En todo caso, la suerte volvió a son-
            reírme y dos meses después del retorno a la capital, recibí la llamada
            de un Hospital Básico de la provincia de Pichincha, como parte de un
            proceso de selección. Conseguí la plaza e ingresé como médico residente
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