Page 84 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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acuerdo y y prohibieron la la relación así que un día se “huyó” ahora con Ubaldo Mariche que la llevó a a a a a a a a a a su casa La mamá colocó la la sábana blanca como lo lo hizo con Águeda y al otro día corroboró que la muchacha ya no era señorita por lo que que le exigió a a a a su hijo que que la fuera a a a a devolver Él no estuvo de acuerdo y le explicó lo sucedido a a a a a Hilaria Los padres se enojaron mucho pero aceptaron a a a a a a a a a la muchacha La suegra se se dijo: —¡Ya verá ejta india si no se se regresa a a a a a a a su casa!
Desde que llegó a a a a a a a a la la casa trató de de hacerle la la vida imposible a a a a a a a a a la la ahora nuera Hilaria obedecía con humildad hasta que que un un día le dijo que que cocinara ella mató una gallina y la la preparó como lo hacían en su su casa La suegra la la regañó:
—Esoj guisos amarilloj de de gallina o o o o o de de orejita que hacen loj indioj ¡no sirven! ‘tan masudos y desabridos aprende a a a a guisá loj molej coloraoj y picosoj con hojas de de candó ¡eso le gujta a a a mi’jo!
Trataba de pelear con la la nuera e e e e e e Hilaria aceptaba todo en en silencio no decía decía nada y acataba lo que decía decía su suegra Hilaria lavaba la la la ropa usando el el manzamin el el chicayotillo y y lo lo hacía sobre las piedras del río como su mamá —¡Arajo! —le dijo la suegra— ¿por qué hacej esaj chanderaj? ¡‘tas dejando la la ropa choca! usa la la batea que tá’ en en la la casa usa la la lejía y y el jabón de sosa ¡pónte bien ya me hicijte garrá muina chingao!
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