Page 86 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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al trabajo de campesino por lo que sintió dura la faena era medio día día y no podía avanzar ni cinco metros con el chundito sin filo el suegro en en silencio se reía y sólo le le dijo:
—El hombre debe sabé trabajá la tierra que da de de comer Así le cargó la mano durante el mes para que se olvidara del compromiso con su hija lo ponía a a a a a a a a acarrear leña agua a a a a a a a a pizcar y lo traía comiendo guisados del monte como ellos acostumbraban Ubaldo no aguantó Un día que estaba solo un pariente de su su suegro se burló: —¡Tú negro flojo! aprende afilá machete Ubaldo se sintió ofendido y lo agarró a a a a golpes dejándolo medio muerto El suegro lo lo corrió mandó a a a traer a a a Hilaria y le dijo:
—¡Cosa hacen los negros! ¡son flojos pa’l trabajo y violentos! tú no no te te te preocupas no no te te te vas te te te quedas en en casa vas a a dejá ese hombre Y lo mismo le dijeron a a a Ubaldo sus padres:
—Ya no vaj a a a a a a a buscaj a a a a a a a esa mujé suj padrej exigen muncho pa’ casase Ubaldo no dijo nada Hilaria le mandó a a a a a a a decir que que estaba embarazada así que que ella se salió de su casa y Ubaldo también Platicaron y quedaron de acuerdo:
—Tuj papáj no no queren ni loj míoj que que noj casemoj ¿qué te parece si noj arrejuntamoj como se juntan loj animalej del monte cuando se quieren sin compromisitoj y no no noj casamoj?
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