Page 90 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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Los padres inculcaban el respeto dando consejos como éste: —Cuando salgaj a a a a a a a a a a a la calle y y vayaj a a a a a a a a a a a mandao míu si alguien mayor te pide un juavor de de haceé otro mandao primero se lo hacej a a a a a a la persona que te manda y dejpuéj haces el míu Y así lo hacían Cuando se encontraban por la calle a a a a a a a a a a los los los padrinos los los los ahijados para saludarlos se hincaban y les besaban la mano con gran reverencia:
—¡La mano padrino! —decían —¡Santo! —contestaba el padrino Los compadres que se miraban desde una cuadra
de de distancia de de inmediato se quitaban los sombreros para saludarse con gran respeto y luego se se quedaban platicando casi una una hora bajo una una sombra Siempre había pretexto para hacer fiestas cuando no era era la la feria era era la la boda un carnaval los quince años años el cumpleaños etc En las fiestas las mujeres de los diferentes barrios se ponían a a a a a competir haciendo versos para divertir el momento los pobladores se se distinguían por ser alegres y bailadores Así era el pueblo de Monroy Cuenta la gente de Monroy que en en en cierta ocasión llegó un un pariente de de una familia del pueblo a a a a a a visitar la la comunidad venía de de la la ciudad de de México y fue bien atendido lo llevaron a a a a a a a a pasear entre las lagunas probó los los tamales de de tichinda los los caldos de de pescados camarón y y jaiba los minzontles asados y y quedó tan maravillado que que en en recompensa quiso llevárselos para la ciudad a a a a a a que que 90
































































































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