Page 91 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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conocieran Nadie quería ir ir tenían miedo de de salir del pueblo sólo uno se s animó José Juan Baños Mariche negro soltero de treinta años un un ingenuo que nunca había salido a a a a a a a ningún lado Su familia no lo quería dejar ir su mamá le dijo:
—¡Arajo tú! ¿no tas bembo? si acá erej muy dijtraido y dejao tu papá te tiene que anda arreando pa’ que te muevaj ese lugá ¡‘tá muy leeejoj! no vaj vaj Ya me hicijte hablá leperada delante del del pariente —¡‘Arajo si no me dejan como quiera a a a a a ejcondidaj me voy! —contestó a a sus papás Como se sabe bien que la ciudad tiene su mal para el el provinciano el el pariente le dijo a a a a José Juan:
—¿Vas para México pariente?
—¡Vamoj pa’ México hooombre! —contestó El negro llenó dos cajas de de cartón de de ropa su hamaca varias hojas de tabaco y se fue con el pariente ante lo desconocido Llegaron a a a a a México como a a a a a las ocho de la la noche en un autobús que sale de Pinotepa Juan José le le dijo a a a a a su pariente: —¡‘Arajo pariente! ‘tá grande ejta jueria —No pariente así es es es aquí en en las noches todo es es es luz pues se encienden los focos —le contestó —¡‘Arajo pariente! Ujte´ no me hace tonto aquí ej´ jueria pues si en en en en el el pueblo se encienden laj velas y loj candiles en la la noche y no no se ve así sólo cuando llega la la jueria se ven los jocos de gasolina alumbrando 91