Page 93 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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—¡Bueno pariente! ¿‘onta el patio grande pa’ laj gallinaj y loj cuchej? ¿donde vo’ a a a guindá mi maca?
Su primo le dijo:
—Así es es es aquí no hay espacios grandes así vivimos en la ciudad Le dio una cama pero se se negó a a a a a a acostarse y colgó su hamaca como pudo luego encendió un tabaco para espantar los zancudos como en su pueblo y se durmió Al otro día lo llevó a a a a a pasear al centro el negro iba asombrado por por lo lo grande de de los edificios y por por el movimiento de muchos vehículos veía las calles amplias y tanta gente como hormigas deambulando sin rumbo El pariente lo llevaba casi como niño de la mano Tuvo que entrar a a a a a a a a una una tienda y lo dejó parado en en en una una esquina advirtiéndole:
—Aquí me esperas tantito voy a a a a a comprar unas cosas enfrente Se quedó mirando asombrado la altura de los edificios cuando un policía malicioso vio que venía de provincia y quiso sacar provecho de él:
—¿Ya miraste bien? porque aquí se paga por por ver los edificios —le dijo el policía —No apenaj acabo de mira’ pa’ rriba na’ más he visto cinco —Sale pues son cien pesos —dijo el policía José Juan s se se los pagó y éste s se se fue Al rato llegó el pariente y contento le platicó:
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