Page 139 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN PERUANA 135
Este suceso ofrece a nuestra mirada a un pueblo de lejana
extracción collagua, regenerado en mérito de sus cruzamientos con
las gentes del Cuntisuyo, del Antisuyo y del Chinchasuyo, en el
organismo de los cuales obraba un sino inequívoco de dominación,
rehacer el camino recorrido antaño por sus progenitores los Aya-
res Capaes y Sañucs, cruzar el divortia aquarum del Vilcanota
y la linde divisoria de Ayaviri y sojuzgar al pueblo para el cual
había llegado la hora de la decadencia y de la derrota.
Fray Reginaldo de Lizárraga, en el capítulo LXVI de su
Z>¡escripción y Población de las Indias, publicada en 1580, se re-
fiere en los siguientes términos a aquel episodio de la vida andi-
noperuana
“Desde este paraje de Vilcanota comenzamos a bajar hacia
el tambo de Chungara.
”Este tambo es muy frío, y desde aquí hasta la provincia
de los Charcas ya no se da maíz, sino papas y quinua.
”De aquí vamos al primer pueblo del Collao, llamado Ayaviri.
”Un poco más adelante, como media legua, vemos una pared
de piedra de mampuesto, que corre desde la nieve de un puerto
al otro, atravesando el camino real.
”Esta pared, dicen los antiguos, que se hizo de concierto en-
tre los ingas del Cuzco y los indios del Collao, los cuales tra-
yendo guerras muy reñidas entre sí vinieron en este medio, que
se hiciese una pared en el dicho lugar, de un estado de un hom-
bre, no muy ancha, la cual sirviese como de muralla, para que ni
los Incas pasasen a conquistar el Collao, ni los Collas el Cuzco.
”Rompieron para su mal los Collas las paces y quisieron con-
quistar a los Incas, mas éstos revolvieron sobre ellos, los conquis-
taron y no pararon hasta Chile.
”Esta pared se ve en el día de hoy desde la nieve de un cerro
y atravesando el valle y el camino real sube hasta la nieve del
otro.”
El paraje en que ésto ocurrió nos es familiar a quienes esto
escribimos.
Lo conocimos en 1916 durante un viaje al Cuzco.