Page 150 - METAFÍSICA 4 en 1 edicion 1 y 2
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"YO SOY" la imagen y semejanza de Dios. "YO SOY" la perfección y califico mi mente, mi
cuerpo y mi mundo, con perfección. Aquí estoy AMADA PRESENCIA, úsame hoy, en Tu
Nombre, por Tu Poder y Autoridad. Amada Presencia, localiza en donde quiera que se
encuentren a aquellos seres o animales a quienes yo haya podido dañar en cualesquiera de
mis vidas pasadas y transmuta todo daño, récord y memoria con la Llama Violeta
consumidora.
Yo le quito poder a todo lo que no sea mi Amada Presencia. A ella le doy el único poder de
actuar en mí.
"YO SOY" todo en todo al decir la fórmula "YO SOY".
"YO SOY" está en todas las cosas y este reconocimiento hasta para armonizar totalmente todo, especialmente
esta apariencia.
"YO SOY" la Ley del Perdón y la Llama Violeta transmutadora que consume toda la energía mal usada por mí,
desde mi individualización. Uno mi corazón al latido del Corazón Universal.
En el nombre de mi Amada Presencia "YO SOY" por el Poder y la Autoridad que me
confiere yo desbarato esto. (O sea, cualquier apariencia negativa).
MENSAJE
No nos ha sido revelado cuándo ni dónde ocurrió el Concilio de Maestros que vamos a
relatar. Sólo sabemos que fue en los Montes Himalayas, que una Entidad Cósmica superior
a los Maestros dio las pautas, y que tenemos algunas de sus palabras.
Primeramente dio el permiso para enseñar la Ley del Uno y el "Uno con Dios es la
Mayoría". Dijo además: Un solo hombre, o una sola mujer plenamente conscientes de esas
máximas, y centrados en su Divinidad, radiando en plenitud, puede salvar al mundo. De allí
ordenó formar grupitos hasta el número de doce, que las radiaciones que emanara el grupo
atraerían a otros sin que hubiera que pronunciar una sola palabra. Así se iría formando una
multitud y en cada doce grupos se formaría el décimo tercero que sería la piedra angular o
corona, que cierra la pirámide. Es la pirámide simbólica del ideal crístico en el hombre, o
sea su formación completa.
Al consolidarse los doce grupos en uno solo, junto con su décimo tercer grupo, una
persona de cada uno de los doce grupos sale para asistir a formar otros doce grupos.
Multiplicando esta formación por doce, da el número 144 mencionado por el Apocalipsis. No
habrá que esforzarse en efectuarlo. Todo es matemático y automático, por ordenanza
superior. Cuantas más personas se vayan añadiendo, se vuelven a esparcir y reunir en
grupos de doce. Así se va formando la Gran Pirámide que, por orden de doce, rodeara toda
la Tierra.
No se dieron órdenes de formar organización definida ni de imponer reglas fijas. Cada
discípulo que recibe la radiación se organiza él mismo interiormente y es atraído por uno de
los grupos.
Esto es lo que ha ocurrido y continúa ocurriendo con la Hermandad Saint Germain y la
Enseñanza Metafísica con sus Tres Ciclos de aprendizaje. No poseemos dogmas ni reglas
fijas. No tenemos organización exterior en forma de sede, local, etc.;
por lo tanto no existen complicaciones de salarios, pagos ni trámites comerciales que suelen
convertirlo todo en un negocio.
El único requisito para formar parte de estos grupos es el de representarse a uno mismo el ideal crístico, en
los principiantes; la Amada Presencia YO SOY, en los de Segundo Ciclo, pues estas dos formas representan
una misma Verdad. Luego darlo, enseñarlo y difundirlo al mundo en pensamientos, palabras y acciones. La
Hermandad comienza a darlo en el Capítulo Tercero del librito No. 1 (Metafísica al Alcance de Todos), titulado
"La Fórmula Infalible", y al inicio del Segundo Ciclo, en el Librito No. 3 (El Maravilloso Número 7), Capítulo 5,
titulado "Los Siete Rayos", se entra en la descripción del YO SUPERIOR, en términos más avanzados.
La gran Entidad Cósmica que ordenó todo lo anterior añadió: "Así se va uniendo al gran
grupo, y cada miembro que eleve su mente al Cristo sea en su casa, en la calle, en su
santuario, o en el último rincón de la Tierra, será Uno con Dios, y todos los hermanos UNO
con él, pues el Cristo, o la Amada Presencia, o el YO SOY, son el factor determinante que
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