Page 65 - METAFÍSICA 4 en 1 edicion 1 y 2
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La  Octava  57  (suma  12)  la  llamamos  nosotros  la  Octava  de  la  Verdad  porque  sus  vibraciones  son  de
            144.115.188.075.855.872, pero las denominamos simplemente 144, tal como lo hace la Biblia en el Capítulo 7
            del  Apocalipsis  de  San  Juan.  Decirte  más,  sería  meternos  en  honduras  demasiado  profundas  para  este
            pequeño esbozo de los Rayos que te estoy presentando. Dejaremos la explicación para el próximo librito que
            se titula ―Pequeño Método para Comprender la Biblia‖.
              Aún aquí, en el plano físico, los colores tienen virtudes e influencias. Por ejemplo, el Rojo es excitante. El
            Amarillo es alegre. El Verde es sedante. El azul es deprimente. Pero a medida que se internan en los planos
            espirituales, los colores son despedidos por Rayos, que aún má scerca de la Divinidad, son Llamas: El Fuego
            Sagrado, El Aura del Altísimo.

                                                     EL YO SUPERIOR
              En  la  lámina  YO  SOY  que  ya  ustedes  conocen  (que  pueden  adquirirla  en  la  Sede  de  la  Hermandad),
            rodeándole la cabeza ves un gran círculo de siete bandas, una dentro de la otra. La Figura representa tu YO
            SUPERIOR  que  es  el  Dios  de  tu  pequeño  Sistema  Solar.  Es  una  chispa  de la Divinidad. Es el Agente,  el
            Representante,  o  el  Embajador  Plenipotenciario  de  Dios  ante  tí.  El  círculo  es  un  arcoiris  de  siete  colores,
            Arcoiris  completo.  Rara  vez  habrás  visto  tú  el  arcoiris  completo  en  la  comba  celeste.  Siempre  se  ve  un
            segmento. Sólo un pedazo del gran círculo. Eso que te estoy mostrando es tu verdad. Es el Aura de tu Yo
            Superior.  Lo  llaman  también  El  Cuerpo  Causal.  Así  eres  tú,  pues  tú  eres  el  mismo  diseño  universal.  Ese
            arcoiris completo es tu Gloria. Es lo que llamó el Maestro Jesús, los ―Tesoros en el Cielo‖, pues en cada banda
            de color se van depositando todos los actos constructivos que tú haces y que has hecho en tus encarnaciones
            pasadas. Todo lo noble, lo bueno, lo que está de acuerdo con la Voluntad del Padre y con tu Verdad innata.
            Eso jamás lo perderás. Es lo que llamamos en Metafísica ―Tuyo por Derecho de Conciencia‖. No puede ser
            robado ni perdido.
              Por el hecho de poseer este Cuerpo Causal es que tienes el derecho de afirmar ―Yo Soy Perfecto‖. Verás
            que no te estás refiriendo a tu cuerpo físico ni estás considerándote un absurdo diosecito presuntuoso. Estás
            hablando de TU VERDAD, y cada vez que lo piensas y lo practicas se acercan más tus dos sistemas: Tu YO
            Superior y tu YO Inferior.
              Tu YO Superior y tu YO Inferior están conectados por medio de un cordón de luz y fluidos color dorado que,
            partiendo  del  Yo  Superior  entra  por  tu  cabeza  y  se  ancla  en  tu  corazón  en  una  llama  triple  de  color azul,
            dorado y rosa. El hombre ignora esto y por lo tanto su Llama Triple yace en una célula hermética hasta que, o
            se  lo  enseñan,  o  alguien  se  la  despierta  voluntariamente  por  medio  de  un  tratamiento  en  el  cual hace una
            llamada  directamente  al  Cristo  en  el  corazón.  Esa  llamita  que  rompe  la  cápsula  y  comienza  a  arder  y  a
            influenciar  al  individuo  es  lo  que  llamamos  en  Metafíscia  ―El  Cristo  Interior‖.  Son  dos  entidades  vivientes,
            aunque separadas, pero que forman junto con la Conciencia Terrena, un solo Ser. Tú puedes, y debes, dirigirte
            a  esas  dos  entidades,  hablarles,  amarlos,  invocar  la  protección  divina  en  ellos,  pues  son  perfectos,  ya  lo
            sabes, y juntos forman ese ―YO‖ que tú nombras constantemente y de quien debes hablar en los más altos y
            bellos términos. Como ves, es la eterna Trinidad.
              Jamás estás solo. Ese ―Cristo‖ en el Maestro Jesús fue el que le dijo: ―Hijo, estoy siempre contigo‖.
              Mientras más lo pienses, lo medites y lo invoques, más cerca lo sentirás. Dale toda tu adoración y recuerda
            siempre  que  cuando  estés  haciendo  afirmaciones  muy  elevadas  estás  hablando  la  Verdad  porque te estás
            refiriendo a TU VERDAD, a tu Llama Triple.

                                                    EL CUERPO CAUSAL
              Los  colores  en  el  círculo  o  Cuerpo  Causal,  están  en  el  orden  siguiente:  Primero  el  AZUL,  inmediato  a  la
            cabeza.  Le  sigue  el  AMARILLO  DORADO.  Luego  siempre  hacia  afuera,  el  ROSA.  Luego  sigue  la  Banda
            BLANCA.  Luego  la  VERDE.  Luego  la  ORO-RUBÍ.  (Por  razones que no nos han sido dadas, no se le llama
            ―anaranjado‖) Y por último, la banda VIOLETA.
            De la frente le salen siete rayos, uno por cada color, por donde Él irradia Sus (tus) virtudes hacia donde sea
            necesario. Así es el Macrocosmos. Somos cada uno de nosotros un microcosmos.
              Las virtudes de cada color son como sigue:
            AZUL: Representa la VOLUNTAD DE DIOS en el Macrocosmos. La Voluntad como virtud, en ti. El Poder. La
            Fe, el Bien, la Felicidad, el Equilibrio y la Paz.
            AMARILLO DORADO: Y Segunda Persona de la Trinidad representa la Inteligencia, Sabiduría, Iluminación,
            Comprensión y Paz.
            ROSA: Amor Divino, Adoración, Opulencia, Belleza y Paz. (Todos los Rayos emiten Paz).
            BLANCO: Representa la Pureza, el Arte, la Paz, y logra la Resurrección y la Ascensión.
            VERDE: La VERDAD, la Salud, la Sanción, la Música, la Consagración, la Concentración y la Paz.
            ORO-RUBÍ: La Gracia, la Providencia, el Suministro (o el ―Pan Nuestro de cada día‖) y la Paz.
            VIOLETA: El Perdón, la Misericordia, la Transmutación y la Paz.
              Cuando  te  hayas  aprendido  bien estas virtudes, podrás instantáneamente invocar a las Entidades que las
            rigen, y pedirles que rodeen con su luz a cualquiera a quien tú desees hacer el Bien. Tendrás, por supuesto
            que aprender también los nombres de estas Entidades, los cuales te doy en seguida:


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