Page 17 - PORFOLIO DE INNOVACIÓN
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PRÁCTICA 1: HISTORIA DE NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO
El nacimiento de la Pedagogía Progresista en España se determinó a mediados
de la segunda mitad de S. XIX con la necesidad de una educación innovadora
en la praxis y los contenidos, independiente del catolicismo. El contexto socio-
histórico español fue un condicionante de la necesidad de un nuevo enfoque
para las instituciones educativas. La reciente coronación de una joven Isabel II (
13 años), en 1843, y el comienzo de la denominada década moderada de
Narváez fueron razones para influir con más vehemencia la presencia del
catolicismo en la vida de todo ciudadano español. Claro ejemplo es el artículo 11
de la Constitución moderada de 1845 que cita lo siguiente: “La Religión de la
Nación española es la católica, apostólica, romana. El Estado se obliga a
mantener el culto y sus ministros”.
No obstante, dicho contexto no fue suficiente para mantener de manera
homogénea los ideales de la Vieja Escuela. Fuera de España seguían vigentes
las ideas revolucionarias que crecieron desde el Siglo de las Luces y divulgaron
la necesidad de nuevos paradigmas en la educación del ser humano. La
influencia de los paradigmas educativos en España era en la práctica inexistente
pues la educación se basaba en el eje dogmático de la Iglesia, cuya presencia
era omnipresente tanto en la educación Básica como la Superior.
De manera paralela a los hechos anteriormente citados, se instalaron las
primeras ideas del krausismo que llegaron de la mano de Enrique Ahrens, un
discípulo de Karl Christian Friedrich Krause filósofo alemán inventor del sistema
filosófico krausista. Para buen entendimiento, el krausismo es una filosofía que
emana del ideario de Immanuel Kant y que postula un nuevo humanismo sin
dogmatismos y con trasfondo panteísta que buscaba una sociedad reforzada en
la armonía del Espíritu y la Naturaleza y en el sentido del derecho y la ética. Así
mismo, Julián Sanz del Río junto con Francisco Giner de los Ríos, adoptaron el
conjunto de ideas como respuesta a la necesidad de una regeneración social e
institucional en los ámbitos educativos con un claro sentido laicista.
El movimiento filosófico que promulgaba independencia del dogma católico llegó
a la Universidad Central, éste es un hecho que culminó en la "cuestión
universitaria" la cual hace referencia a aquellos momentos en los cuales el
gobierno intentaba controlar las universidades con el objetivo de convertirlas en
dóciles soportes de intereses políticos. Este tipo de control dio pie a la llamada
“primera cuestión universitaria”, en la cual el general Narváez expulsó de la
universidad a un grupo de profesores por atentar contra la moral católica y
política, tras haber hecho público unos artículos en los cuales criticaban una
serie de acciones realizadas por la reina, estos artículos, según los ideales de la
época, ponían en peligro el orden establecido y por ello en 1867, se destituyó de
sus puesto a este grupo de profesores en el cual se encontraba Julián Sanz del
Río.
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