Page 74 - LIBRO PALACE HOTEL MADRID
P. 74

 74
do en el siglo xix. En la misma zona se constru- yeron nuevos hoteles siguiendo la estela abierta por el Ritz y el Palace, sin alcanzar el nivel de aquéllos. Los nuevos hoteles en la zona serían el hotel Roma (Eduardo Reynals, 1915) que es uno de los primeros edi cios abiertos en la Gran Vía; el hotel Nacional (1920), de Modesto López Ote- ro, en la esquina del paseo del Prado con Atocha, y el hotel de Viajeros (1921) del paseo del Prado 22, proyectado por Luis Sáinz de los Terreros.
Dentro de este conjunto, el hotel ocupaba una po- sición central, equidistante del Museo del Prado, el Palacio de las Cortes y la Bolsa. En un radio de apenas 100 metros desde el Palace se encontraban los centros de  nanzas, la política y la cultura. Era imposible encontrar mejor emplazamiento para una clientela de poderosos aristócratas, políticos y hombres de negocios. No deja de llamar la aten- ción el hecho de que, casi un siglo después, todos estos elementos hayan mantenido su emplaza- miento en la ciudad, lo que sin duda ha repercuti- do en la buena marcha del Palace Hotel, ya que si- gue ocupando la misma posición de máxima cen- tralidad y desempeñando el mismo cometido para el que fue concebido. Incluso podemos a rmar que la centralidad del emplazamiento del Palace no ha dejado de reforzarse desde su construcción. Después de la edi cación del hotel, que ya estaba situado en el corazón del barrio  nanciero, creció el paseo de la Castellana. El Palace se encontró con una situación privilegiada en el arranque del eje norte-sur, que se había convertido en avenida de los negocios. Como escribió el duque de Me-
roundings of the Palace, it is necessary to men- tion the Palace de Villahermosa, which had been enlarged in the 19th century. New hotels were built in the same zone in the wake of the Ritz and the Palace, although without the same level of quality. The new hotels in the zone were the Hotel Roma (Eduardo Reynals, 1915), which was one
of the  rst buildings opened on the Gran Vía; the Hotel Nacional (1920), by Modesto López Otero, on the corner of the Paseo del Prado with Atocha, and the Hotel de Viajeros (1920) on the Paseo del Prado 22, designed by Luis Sáinz de los Terreros.
Within this setting, the hotel enjoyed a cen-
tral position, equidistant from the Museo del Prado, the Palacio de las Cortes and the Bolsa. In a radius extending barely 100 metres from the Palace, one found the centres of  nance, politics and culture. It was impossible to  nd a better location for a clientele of powerful aristo- crats, politicians and businessmen. It is notable that, almost 100 years later, almost all of these elements have maintained their location in the city, which has undoubtedly contributed to the success of the Palace Hotel, given that it contin- ues to occupy the same position of maximum centrality and ful lls the same role for which it was conceived. We may even state that the cen- trality of the Palace has only increased since it was built. After the construction of the Palace Hotel, which was already located in the heart of the  nancial district, the Paseo de la Castellana was extended. The Palace Hotel found itself in a privileged location at the start of the north/ south axis that had become a commercial av-




























































































   72   73   74   75   76