Page 1426 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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17. 20–18. 6 Lucas 1422
20 te ha salvado. Preguntado por los fariseos, cuándo había de
venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios
21 no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí;
22 porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros. Y dijo a
sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los
23 días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. Y os dirán: Helo aquí,
24 o helo allí. No vayáis, ni los sigáis. Porque como el relámpago
que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta
25 el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. Pero
primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por
26 esta generación. Como fue en los días de Noé, así también
27 será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se ca-
saban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé
28 en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo
como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban,
29 vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de
Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
30, 31 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En
aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no
descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuel-
32, 33 va atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Todo el que procure
salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salva-
34 rá. Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el
35 uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán
36 moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos
37 estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado. Y
respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde
estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas.
18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de
2 orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad
3 un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había
también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, dicien-
4 do: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún
tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni te-
5 mo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque
esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo
6 de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo