Page 1564 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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2. 8–3. 10 I Corintios 1560
la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque
si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor
9 de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no
vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las
10 que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos
las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo
11 lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,
12 sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el es-
píritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para
13 que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también
hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
14 a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas
que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmen-
15 te. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
16 juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
3 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a es-
2 pirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os
di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces,
3 ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues ha-
biendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois
4 carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo
ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois
5 carnales? ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores
por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a
6 cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el
7 crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo,
8 ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que
planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno
9 recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros
somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios,
10 edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha si-
do dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro