Page 8 - Contemplando
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y sean así el apoyo de sus padres
y la esperanza de la sociedad boliviana.
Vela, Madre, con particular ternura
sobre las familias campesinas, que sufren el azote de la pobreza,
sobre los hogares de los mineros,
sobre los relocalizados, los que no tienen pan ni trabajo,
los más pobres y abandonados,
para que experimenten tu consuelo
y la solidaridad de los demás.
Enseña, finalmente,
a todos tus hijos bolivianos,
sin distinción de origen étnico o extracción social,
la fidelidad a la fe cristiana,
la valentía en la adversidad,
la convivencia de la idéntica dignidad de hijos y hermanos,
el empeño para mejorar la patria común,
el compromiso por la honestidad y la justicia,
la esperanza en un mundo nuevo
en el que reinen de veras el amor y la paz. Amén.
La Virgen de la Candelaria de Copacabana, Nuestra Señora de Copacabana o Vir-
gen de Copacabana, es una de las advocaciones más antiguas de la Virgen María
en América, venerada en Copacabana, Departamento de La Paz, Bolivia.
El culto a la Virgen de Copacabana se inició en 1583 en el pueblo de Co-
pacabana, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, y a 139 km de la ciu-
dad de La Paz, y recostado sobre una colina, donde la península de
Copacabana se adentra en el lago Titicaca, lugar que corresponde a Bolivia,
acercándose a las islas del Sol y de la Luna, antiguos lugares sagrados para los
aymaras e incas. Durante la colonia Copacabana, que era parte del Collao o
Provincia de Chucuito, fue evangelizado y catequizado por los padres domi-
nicos desde 1539 hasta 1574. Con este propósito establecieron una doctrina en
Copacabana y en los otros pueblos vecinos como Pomata, Chucuito, Acora,
Ilavi, Juli, Zepita y Yunguyo. Los dominicos, aparte de propagar la fe cristiana
católica, como orden mariana, propagaron también una profunda devoción a
la Virgen María en toda esta región.
Su veneración se extendió desde sus inicios a diversos países de América,
como la Argentina, Brasil, Colombia y Perú; y también a países de Europa,
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