Page 61 - Revista agosto 2018.indd
P. 61
mida y mi sangre, la verdadera bebida. Evangelio: para que la recepción de
El que come mi carne y bebe mi sangre la eucaristía con las debidas dispo-
permanece en mí y yo en él. siciones sea fuerza en la voluntad y
Así como yo, que he sido enviado luz en la inteligencia…
por el Padre que tiene Vida, vivo por el 3. Para que los creyentes tengan la va-
Padre, de la misma manera, el que me lentía de anteponer la preocupación
come vivirá por mí. de la vida espiritual a las exigencias
Este es el pan bajado del cielo; no del confort material…
como el que comieron sus padres y 4. Por nosotros mismos: para que en
murieron. El que coma de este pan vi- la recepción de la eucaristía nunca
virá eternamente.» cesemos de dar gracias a Dios por
Jesús enseñaba todo esto en la sina- este alimento espiritual…
goga de Cafarnaún. Sacerdote: Señor, tú nos has dado tu
palabra y tu cuerpo en alimento. Llé-
Palabra del Señor. nenos de tu espíritu, para que nuestras
vidas estén siempre abiertas a este don,
y vivamos conforme a él. Te lo pedimos
COMENTARIO a ti que vives y reinas por los siglos de
En la sinagoga de Cafarnaún Jesús los siglos. Amén.
pronuncia palabras defi nitivas. Él es
el pan vivo bajado del cielo y comer LITURGIA EUCARISTICA
de ese pan es garantía de vivir para
siempre. ¿Qué más quiere el ser hu-
mano que la eternidad? Lo cierto es Oración sobre los dones
que no estamos hechos para la fi ni- Acepta, Señor, nuestra ofrenda, en
tud, aunque ella nos encierre y nos la cual se realiza un admirable inter-
limite. Lo que nos dice el evangelio cambio, para que, al ofrecerte lo que
de hoy es que sólo Jesús es capaz de nos diste podamos recibirte a ti mis mo.
saciar esa sed y ese hambre de eter- Por Jesucristo, nuestro Señor.
nidad que todos llevamos en lo más
profundo de nuestro corazón. Si nos Prefacio
fi jamos bien, lo más normal es no (Prefacio común) Santo, Santo, Santo
querer morir; estamos aferrados a la
vida y estamos hechos para la eterni- RI TO DE COMU NIÓN
dad. De la mano de Jesús pasaremos
de esta vida limitada e imperfecta a la Antífona de comunión: Sal 129, 7
vida eterna, que es nuestra meta. En el Señor se encuentra la miseri-
cordia y la redención en abundancia.
Se dice “Credo”.
O bien: Cf. Jn 6, 51
Oración del pueblo Dice el Señor: Yo soy el pan vivo ba-
Sacerdote: Pidamos en común al Señor jado del cielo. El que coma de este pan
que nos facilite el camino de la vida eter- vivirá eternamente.
na. Oración después de la comunión
Guía: respondemos: Escúchanos Señor.
1. Para que todos los indecisos, los Señor y Padre nuestro, unidos a
que desconfían de las promesas de Cristo por este sacramento, imploramos
Cristo, los probados por la duda y la humildemente tu misericordia, para
adversidad, encuentren garantía en que, hechos semejantes a Él en la tierra,
la infalible promesa. Oremos. merezcamos gozar de su compañía en
2. Por todos los que se sienten débiles el cielo. Que vive y reina por los siglos 59
frente a las exigencias morales del de los siglos.