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Martes 21 Agosto 2018
desenvainarán la espada contra tu bella Yo me propuse reducirlos a polvo y
sabiduría, y profanarán tu esplendor. borrar su recuerdo de entre los hom-
Te precipitarán en la Fosa y morirás bres, pero temí que sus enemigos se
de muerte violenta en el corazón de los jactaran, que cayeran en el error. R.
mares. ¿Te atreverás a decir: «Yo soy un
dios», delante de tus verdugos? Serás un Y dijeran: «Nuestra mano ha preva-
hombre, no un dios, en manos de los lecido, no es el Señor el que hizo todo
que te traspasen. Tendrás la muerte de esto.» Porque esa gente ha perdido el
los incircuncisos, en manos de extranje- juicio y carece de inteligencia. R.
ros, porque yo he hablado -oráculo del
Señor-. ¿Cómo podría uno solo desbandar a
mil y dos, poner en fuga a diez mil, si su
Palabra de Dios. Roca no los hubiera vendido y el Señor
no los hubiera entregado? R.
COMENTARIO
La justicia de Dios está por encima Porque está cerca el día de su rui-
de todo. Así se lo anuncia el profeta na y ya se precipita el desenlace. Sí, el
al rey Itobaal III rey de Tiro, cuando Señor hará justicia con su pueblo y ten-
se jacta de su grandeza creyéndo- drá compasión de sus servidores. R.
se superior a todos, no solo por su
riqueza y su belleza, sino también ALELUIA
por su inteligencia comparándola 2Co 8, 9
y creyéndose que es superior a la
inteligencia de Daniel. Había conse- Aleluia.
guido una riqueza desorbitada para Jesucristo, siendo rico, se hizo po-
su pueblo atribuyéndolo a su saga- bre por nosotros, a fin de enriquecernos
cidad y prudencia. A tal grado llegó con su pobreza.
su insolencia que lo llevó a presen- Aleluia.
tarse como un dios afirmando que
habitaba en la morada de Dios. EVANGELIO
Para un israelita, era hacerse igual Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
a Dios, por tanto una blasfemia, por se gún san Mateo 19, 23-30
eso, pronto tendrá que venir el cas-
tigo. Así lo anuncia Ezequiel, como Jesús dijo entonces a sus discípu-
enviado de Yahveh. El pecado del
primer hombre fue querer ser como los: «Les aseguro que difícilmente un
Dios. También habita en nuestros rico entrará en el Reino de los Cielos.
corazones, cuando nos dejamos do- Sí, les repito, es más fácil que un ca-
minar por la soberbia creyéndonos mello pase por el ojo de una aguja, que
superiores a los demás. Pidamos al un rico entre en el Reino de los Cielos.»
Señor un corazón pobre y humilde Los discípulos quedaron muy sorpren-
porque: “a un corazón humillado, didos al oír esto y dijeron: «Entonces,
Dios, nunca lo deshecha”. ¿quién podrá salvarse?» Jesús, fijando
en ellos su mirada, les dijo: «Para los
hombres esto es imposible, pero para
SALMO Dios todo es posible.» Pedro, tomando
Sal Deut 32, 26-27a. 27c-28. 30. la palabra, dijo: «Tú sabes que noso-
35c-36b (R.: 39c) tros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?»
64 R. Yo doy la muerte y la vida. Jesús les respondió: «Les aseguro que