Page 4 - CONVERSION AGROPECUARI SANTO DOMINGO
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Introducción


               Fue a mediados de los años cincuentas del siglo pasado cuando por políticas de poblamiento
               del territorio nacional se inician las aperturas de los valles agrícolas en Baja California Sur, el

               Primero fue el Valle de Santo Domingo en 1956, en los años 60´s  el Valle de San Juan de Los
               Planes y en los 70´s el Valle del Vizcaíno, todos bajo el mismo patrón destructivo y depredatorio
               de los ecosistemas en los que se asientan, apertura de grandes extensiones de tierra al cultivo,

               primordialmente  de  algodonero  en  Santo  Domingo  y  Los  Planes  y  Trigo  en  Vizcaíno,  todos,
               cultivos de alto consumo de agua, lo que da al traste con el balance de los mantos acuíferos,
               los  cuales  en  la  actualidad  se  encuentran  sobre  explotados,  en  un  frágil  equilibrio  o  con

               intrusión salina.


               En la actualidad por condiciones del mercado internacional no se tienen estos cultivos, pero se
               a trasladado el esfuerzo a la siembra de Alfalfa y hortalisas, también altamente consumidora de
               agua, aun cuando se empleen mejores técnicas de riego, el esfuerzo sobre lo mantos acuíferos

               continua,  y  la  deforestación,  aun  cuando  las  superficies  de  riego  han  disminuido  no  se  ha
               trabajado en la restitución de las áreas que han quedado abandonadas.


               La presente propuesta  es un esfuerzo por plantear una alternativa, para si bien, no solucionar
               en su totalidad la problemática, si a mitigarla sustancialmente, si se aplica como política publica

               general para la región que nos ocupa.

                  Marco conceptual


               Lo  que  se  busca  es  el  mejoramiento  de  la  calidad  de  vida,  como  expresión  de  una  justa
               aspiración y exigencia de los ciudadanos, la cual esta compuesta por muchos factores, entre los

               que  hay  que  distinguir  tres  de  carácter  fundamental.  El  bienestar  social,  entendido  en  los
               términos  clásicos  de  satisfacción  de  las  necesidades  y  derechos  al  empleo,  la  salud  y  la

               educación;  la  calidad  ambiental,  referida  a  las  condiciones  del  medio,  tanto  natural  como
               construido, que comprende la vivienda, el entorno urbano, el entorno natural, o las exigencias
               de  calidad  del  aire,  agua,  etc.;  y  la  identidad  cultural,  como  oportunidad  para  el  desarrollo






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