Page 32 - Asociación Argentina de Actores
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subsistencia que aún bajo las condiciones más beneficiosas, no podría aumentar más
que en progresión aritmética. Se puede decir que a partir de esto (posiblemente hasta
nuestros días), la Economía se fue convirtiendo en una ciencia pesimista o “Dismal
Science”, cuyo término fue puesto por Thomas Carlyle en el siglo XIX para referirse
a la infelicidad que le esperaba a la humanidad en los años venideros.
Thomas Robert Malthus en su Ensayo sobre el Principio de la Población erigió
dos frenos para el crecimiento de la población: los preventivos y los positivos.
El primer grupo, es voluntario y es consecuente de la capacidad razonadora
del ser humano. En este primer grupo, la abstención moral tiene una
importancia imprescindible puesto que representa un vínculo entre la virtud y
el vicio, siendo éste último el que lleva a la miseria humana. Por el contrario,
los obstáculos positivos son irracionales y comprenden de todo aquello que
aumenta o disminuye la duración natural de la vida, ya sea por el vicio o la
pobreza. Dentro de este último grupo se encuentran las ocupaciones
insalubres, el excesivo trabajo, las inclemencias del tiempo, la pobreza, las
epidemias, hambrunas, guerras, entre otras situaciones que devastan la vida
de la humanidad.
En la actualidad, el estándar de vida del ser humano ha aumentado
considerablemente muy delante de lo que Malthus propuso en su Ensayo sobre
el Principio de la Población. Sin embargo, el principio general de su ensayo
acerca de que la población está limitada por los medios de subsistencia parece
ejemplificarse en varios lugares del mundo, donde las hambrunas, pobreza
extrema, y epidemias no parecen ser frenos para las altas tasas de
natalidad. A consideración propia, el tema de la población está sumamente
ligado al desarrollo de los países, y más aún, a cuestionamientos acerca de la
distribución de la tierra para viviendas, la destrucción del medio ambiente y la