Page 8 - Teodoro Herzl El Estado Judio
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“Aquéllos de nosotros que hoy estamos preparados para
arriesgar nuestras vidas por la causa Sionista lamentaría-
mos haber participado si sólo hubiéramos sido capaces de
organizar un nuevo sistema social y no un sistema más jus-
to”, declaró Teodoro Herzl hace más de un siglo. El visio-
nario del estado judío, a quien con demasiada frecuencia
erróneamente se lo considera haberse dedicado en forma
exclusiva a conseguir una solución política y territorial para
la “cuestión judía”, fue además un apasionado partidario de
idear una sociedad utópica en la Tierra de Israel. Él estaba
convencido de que esto produciría el fin del antisemitismo
y que nacería una comunidad caracterizada por la justicia
social, la igualdad de oportunidades y una justa distribución
de los recursos.
Desgraciadamente, no podemos dejar de reconocer que Herzl
estaba equivocado en ambos puntos. Los judíos de todo el
mundo enfrentan una virulenta y muchas veces violenta ola de
antisemitismo a una escala de la que no hemos sido testigos
desde el Holocausto. Y la sociedad israelí está acosada por una
serie de problemas demasiado graves para ser ignorados.
Pero haciendo gala de una audaz jugada que sin duda hubie-
ra llevado a Herzl cierto solaz, la Organización Sionista Mun-
dial concretamente retomó la visión de su padre fundador en
un histórico encuentro del Consejo General Sionista en Jeru-
salem en la víspera del 100º aniversario de su muerte. Y lo
hizo reformando su plataforma, el Programa de Jerusalem, y
en dicho proceso fijó un programa para el movimiento Sio-
nista que excede lo contemporáneo a la vez que reafirma lo
tradicional.
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