Page 205 - Arquitectos del engaño
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Se entregaron a las autoridades alemanas listas de todos los miembros Illuminati. En 1.932, habían
        sido reclutados un gran número de miembros nuevos (documento nº 8.543). Himmler estaba dado de alta en
        varias organizaciones conectadas a los Illuminati.
               En 1.934 en Konigsberg, se fundó una nueva logia masónica. Otras habían cambiado de nombre para
        enfatizar la "fundación Cristiana".
               En 1.935 se produjo una demanda global para disolver las logias masónicas. Esta fue una reacción a
        la declaración de guerra a Alemania hecha por los masones, el 5 de enero de 1.935. Ese día, el presidente de
        B'nai B'rith Alfred Cohen declaró la guerra a Alemania en nombre de todos los judíos, masones y cristianos.
        La guerra contra el pueblo alemán continuó incluso después de la rendición de la Wehrmacht en mayo de
        1.945.
               Esta declaración de guerra era en realidad más dura y exigente que la anterior presentada por los
        judíos  extremistas  y  los  masones  el  24  de  marzo  de  1933  en  el  diario  británico  Daily Express  y  otros
        periódicos importantes a nivel mundial. El objetivo era aumentar la presión sobre el gobierno alemán para
        forzar a los judíos a emigrar a Palestina. Los productos alemanes fueron, por lo tanto, sometidos a boicot con
        relación a la declaración de guerra.




















               El Jewish Chronicle exigía, el 14 de diciembre de 1.938, que el boicot a Alemania continuara hasta
        que todas las Logias fueran reabiertas y les devolvieran sus activos.
               Al mismo tiempo, el gobierno alemán fue contactado por representantes sionistas de la Yeshiva de
        Palestina, ofreciendo acabar con el boicot a condición de que se agilizara la emigración judía de Alemania a
        Palestina. Las negociaciones finalizaron en mayo de 1.933 con la firma del convenio Ha-Avara (el Acuerdo
        de Transferencia). Este acuerdo posteriormente se convirtió en un importante factor para el nacimiento del
        estado de Israel. Los sionistas dieron a Alemania más de 20 millones de dólares entre 1.933 y 1.939, según
        el acuerdo.
               El acuerdo Ha-Avara permitía emigrar a todo judío alemán, llevándose todos sus bienes y todos los
        activos,  siempre  que  permaneciera  en  Palestina.  El  acuerdo  fue  efectivo  hasta  finales  de  1.941,  cuando
        Estados Unidos se sumó a la guerra.
               Los  judíos  que  se  negaban  a  emigrar  eran  enviados  a  los  campos  de  concentración.  La  primera
        declaración  de  guerra  sionista  llegó  ya  en  1.932,  antes  de  que  los  nazis  llegaran  al  poder.  Los  poderes
        masónicos querían la guerra. Las declaraciones de guerra se emitieron en repetidas ocasiones en 1.939 y en
        1.942.
               En  Alemania,  la  masonería  se  opuso  firmemente.  En  1.937,  Joseph  Goebbels  organizó  una
        exposición  anti-masónica  en  Múnich.  Según  documentos  disponibles  hoy  día,  los  masones  prosiguieron
        como  de  costumbre,  tal  como  corrobora  su  correspondencia  interna.  El  liderazgo  nazi  exigió  que  los
        miembros del partido dejaran las Logias. A principios de junio de 1.934, el miembro nazi Fritz Werner ya
        había dejado la logia Illuminati. Incluso exigió una confirmación por escrito de que ya no era miembro.
               Adolf  Eichmann  pertenecía  a  la  logia  masónica  Schlaraffia  (Schlaraffenland  era  la  tierra  de  los
        sueños alemana). Ernst Kaltenbrunner, posteriormente responsable del Reichsicherheitshauptamt (autoridad
        de seguridad nacional), explicó a Eichmann la necesidad de abandonar su logia, ya que siendo nazi no podía
        ser francmasón (Hannah Arendt, "Eichmann en Jerusalén", 1.963).
               Como primer ministro de Prusia, Hermann Goring, dijo en 1.933: "En la Alemania nacionalsocialista
        no hay lugar para la masonería". También admitió que el dinero de los judíos continuaban yendo a parar a
        los nazis.
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