Page 22 - Arquitectos del engaño
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Los Caballeros Templarios empleaban las líneas de energía (líneas Ley) en el sótano de su sede en el
castillo de Kolossi. Utilizaban esta red para difundir y estabilizar su influencia secreta en todo el mundo.
Este fenómeno, que afecta a todo el mundo, tenía la misma frecuencia negativa que el último símbolo de los
Illuminati, la pirámide y el ojo que todo lo ve.
El historiador Harry L. Haywood escribió lo siguiente acerca de los Caballeros Templarios: "Los
Caballeros Templarios soñaban con un estado mundial donde ellos mismos jugarían un papel protagonista..."
Sólo una sociedad secreta extremadamente malvada puede soñar con este objetivo.
Los líderes de los Caballeros Templarios tomaron una resolución conjunta: "Europa debe ser
transformada en un solo estado. Europa debe convertirse en el tipo de estado donde todas las naciones con
sus reyes y dirigentes estén incluidos como estados miembros, como una Unión de Estados." (Pekka Ervast,
"Temppeliherrain unelma" / "El sueño de los Caballeros Templarios", Helsinki, 1927, p. 16) Los Caballeros
Templarios ordinarios no tenían ni idea de los viles planes que hacían sus psicópatas dueños.
Felipe el Hermoso comprendió inmediatamente esta amenaza y tomó una decisión crucial.
Uno de los objetivos de los Caballeros Templarios era unir Europa bajo un poder centralizado. Paso a
paso, lograron fortalecer su poder financiero durante un período de 200 años. Procuraron obtener el control
total sobre las transacciones financieras y la banca, haciendo así que las naciones dependieran del extenso
poder de los Caballeros Templarios. Con la ayuda de un banco internacional, los Caballeros Templarios se
esforzaron por ser más potentes, económicamente, que los gobiernos nacionales.
El objetivo principal de los Caballeros Templarios era crear una base de poder. Por este motivo, la
orden de los Caballeros Templarios hizo planes para fundar un estado independiente para la orden en una
zona judía del Languedoc, en el sur de Francia a finales del siglo XIII.
Pero por todas partes de Europa aparecieron gobiernos nacionales fuertes con un considerable apoyo
público y este intento de "globalización" medieval terminó en el montón de chatarra de la historia.
La maldición del gran maestro
El último gran maestro de los Caballeros Templarios, Jacques de Molay, nació en una familia de
nobles menores judíos convertidos en 1.244. Christopher Knight y Robert Lomas, ambos francmasones de 4º
grado, afirmaban que de Molay tenía lazos de sangre que podían remontarse hasta Jesucristo. Se convirtió en
templario a la edad de 21 años. Tenía 49 años cuando fue elegido como el 23º gran Maestre de los
Caballeros Templarios.
Jacques de Molay fue condenado a cadena perpetua, después de su confesión, pero afirmaba que su
orden era inocente. Por ello fue quemado en la hoguera en la Ile St. Louis en el Sena, cerca de Notre Dame
la noche del 18 de marzo de 1.314. Mientras las llamas lo rodeaban, maldecía tanto al papa como al rey. El
papa moría 40 días después, el rey el año siguiente. Ambos murieron en el plazo que de Molay había
pronosticado. El papa murió el 20 de abril de 1.314 después de una dolorosa enfermedad estomacal. Felipe
oficialmente fue asesinado por un jabalí mientras cazaba el 29 de noviembre de 1.314. Estos
acontecimientos sentaron las bases del mito.
En realidad, fue un caso de asesinato. Fue un agente de los Caballeros Templarios, Angerand de
Maringá, quien organizó el asesinato del rey durante la caza. En abril de 1.313, el canciller del rey (el primer
ministro) Guillaume de Nogaret, profesor de derecho, que había comenzado el juicio contra los Caballeros
Templarios, también fue asesinado.
Esto quedó demostrado durante el juicio de Maringá en 1.315. El conspirador fue condenado a
muerte y colgado (Grigori Bostunich, "La masonería y la revolución francesa", Moscú, 1995, p. 34). Fue
necesaria cierta asistencia para que la "maldición" se hiciera realidad. También aquellos que habían
informado a las autoridades sobre los Caballeros Templarios fueron asesinados.
Luis XVI fue obligado a yacer bajo la guillotina el 20 de enero de 1.794. Lo llevaron allí desde la
misma torre, donde Jacques de Molay había sido torturado.
El hecho de que tanto el Papa Clemente V como Felipe el Hermoso fueron asesinados es revelado a
los masones cuando obtienen el 30º grado.