Page 55 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora
además tenia en el pueblo una amiga hija de Doña Nora
quien le había dado vivienda mientras ella estudiaba en la
universidad y que después conocí en un viaje sorpresa que
hice para regalarle rosas.
Después de una o dos semanas sin comunicarnos,
Oh sorpresa el día que ella llamo a mi celular y dijo que
estaba en al ciudad con su amiga al cual le pedí si podíamos
vernos al cual accedió, noche de lluvia y tiempo en el cual yo
ya no trabajaba para la empresa pero no quería contarle;
disfrutamos de parte de la noche fugaz pues su rumbo era el
de fiesta como toda chica de su edad que desea vivir y
distraerse llegando de un pueblito lejano a la capital,
comimos pizza, nos tomamos una foto y su amiga dijo que
éramos pareja perfecta. Apresuradas salieron a su evento que
al final no resulto muy beneficioso. Le pregunte si podía
llamar al siguiente pero no me prometió nada.
Llame el día siguiente sábado la invite a almorzar o
comer algo aunque ella me dijo que estaba indispuesta nos
vimos cerca a mi aparata estudio como estaba indispuesta
dijo que solo quería recostarse un rato, tenia sueño pero no
tardo tanto tiempo en que tuviéramos relaciones; quizás me
aproveche de su estado pero para los dos fue fantástico no
solo por lo que sucedió inevitablemente sino por lo que ella
trasmitió con su sonrisa, su mirada y sencillez algo que no
había visto jamás, hablamos de muchas cosas hablamos
también no todo el tiempo fue sexo; se fue al medio día pues
debía regresar a su pueblo.
Dejamos de comunicarnos un buen tiempo, tiempo
en el cual tuve mi enfermedad por la preocupación de no
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