Page 50 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora
dólares mensuales, cuando la empresa solo me podía ayudar
en 20 dólares mensuales.
Trascurrieron días, meses y varios años cuando por
fin quede fijo en algún país, agobiado por una delincuencia
incesante, y allí igual que en los primeros años conocí de la
misma manera mujeres muy queridas, nobles y humildes que
también deseaban salir adelante y quizás su manera era con
algún extranjero que les diera mas opciones; aun así no
pasaría mas de los besos y abrazos cotidianos; en un calor
infernal al cual ya estaba acostumbrándome. Conocí una
abogada hija de un reconocido periodista quien me ayudo a
obtener mi carnet de residente, ella amiga de un compañero
de trabajo abogado al cual le brinde mi apoyo para que
fuese contratado; tuvimos un romancea mediados de mi
llegada nada serio pero si muy interesante; como la mayoría
de las mujeres que conocía algún incidente tenían oculto el
caso de ella hija del periodista famoso pero que estaba
alejada de el por múltiples problemas, sus padres separados y
con un novio también complicado del cual iban y volvían.
Durante las pocos y contados romances, como yo
era muy tradicional y algunas me presentaban a sus padres
por no decir que la mayoría, no se porque siempre
simpatizaba con ellos y era del agrado, por alguna razón a la
madre de Rosario en Honduras no le era de su agrado y en
alguna oportunidad lo manifestó telefónicamente, de igual
manera que abiertamente mi primer amor Luz Ángela su
madre no me toleraba y ese era un inconveniente radical, y
por casualidad también ambas preferían a los anteriores
novios de sus hijas y hacían cualquier cosa para que
continuaran; pues bien así paso y cada quien por su lado.
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