Page 46 - CAMINOS SIN GLORIA
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Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora
y cada tanto la devastaba por su comportamiento, yo sin
saber esto la enamore ella accedió sin contarme nada pero
al poco tiempo se hizo evidente; inicialmente ella quería salir
de ese juego pero no se decidía, mientras yo luchaba por
convencerla pero tampoco le dije mi verdad de mi situación
así que de alguna manera estábamos a mano aunque yo no
tenia a nadie, mi precaria situación la ahuyentaría de todo,
como es quizás la normalidad de mucha gente y de mujeres
que solo buscan el oropel y no la verdad interna del
individuo.
Esa misma relación turbia y tempestuosa, y mi falta
de coherencia y visión de no comprender que esos
sentimientos me estaban perjudicando en otros aspectos
fueron los que me llevaron a dejar todo tirado no apostar a
avanzar en otras actividades y así me deje llevar por la
melancolía y depresión que también es una enfermedad, se
dice que la depresión puede llevar a cualquiera incluso hasta
el suicidio pero claro en mi caso no llegaría tan lejos aun no
soy capaz de eso aunque confieso lo he intentado y pensado,
todo por no ser correspondido. Lo interesante es que en este
tiempo se me desarrollo la habilidad de escuchar y de saber
conversar, aspecto que pocos tienen y que muchas desean
que se les tome en cuanta cuando se sienten solas o
agobiadas por cualquier situación, también desarrolle la
posibilidad de ayudar desinteresadamente sin ningún tipo de
remuneración económica o sentimental, solo con la verla
contenta o en paz por lo menos en ese instante.
Sin trabajo, con un poco de dinero ganado y sin
donde ir, habiendo pedido ayuda a mi padre mi madre, pero
que en su momento me dieron la espalda por verme un
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