Page 48 - CAMINOS SIN GLORIA

Autor: Juan Carlos Cuervo Otálora

expresaban, pero aun no llegaba el amor que esperaba quizás
por mi despreocupación y por estar ensimismado en el
trabajo cumpliendo a cabalidad cada orden día y noche, es
así que a quien conocía, no pasaba mas allá de una amistad,
unos besos; mas no llenaban mi vacio que aun no se
manifestaba es realidad, el trabajo olvida penas y enfoca
otros acciones.

Durante varios meses conocí varias mujeres en
Guatemala ninguna que me llamara la atención pero, de las
pocas sobresalía una mujer muy atractiva pero ella con un
trabajo que a muchos o casi todos le pareciese,
rotundamente inaceptable , pero creo yo que todos merecen
y tienen el derecho a cualquier situación, nadie puede ser
discriminada ni por su condición social, trabajo o nivel de
educación; ella trabajaba como prostituta en un bar cercano
a la oficina que casualmente también estaba cerca al
apartamento don de vivía .

Nos conocimos hicimos empatía pero no para
terminar en la cama, y creo que en esa profesión eso no es
permitido pues si se hace es por adquirir el dinero que se
necesita y por el cual optaron a realizarlo; muchas mujeres
que se dedican a eso, unas no salen porque la remuneración
es mayor a cualquier trabajo que puedan desempeñar; y la
otra opción es porque no tienen otra oportunidad es su
única salida social, porque nadie las apoya. Esta era una de
las razones que tenia ella, así que como no hubo espacio
para lo demás lo que compartimos es el desahogo de ella
platicando bebiendo, no se puede considerar que estuviera
enamorado de ella pero si me parecía interesante su posición

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