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crítica al momento de su llegada. Sí, también se le dio medicación y se
            indicó a los asistentes que debía ser ingresado de urgencia a una institu-
            ción de alta complejidad, ante lo cual se negaron y eligieron la opción
            de llevarlo a casa, donde el único desenlace al que se encaminaba era
            el deceso. Eventos como el descrito se repitieron más de una ocasión,
            dejándonos a los médicos sin alternativas de acción, con la consecuente
            frustración, y familias enteras decidiendo por el futuro de sus miembros,
            luego de recibir atención y este tipo de indicaciones.
               Asimismo, hubo muchas pérdidas del personal que se encontraba de
            primera línea de atención. Personas que creían estar inmunes a todo y el
            virus nos hizo reflexionar en lo más profundo, de lo frágil y vulnerables
            que somos. Las secuelas de la pandemia van más allá de lo que el virus
            hace en el cuerpo a quien lo tiene; es un hecho. Por ejemplo, otra lucha
            dentro del mismo escenario correspondió al uso de medios de protección,
            por parte de personas enfermas, quienes aun siendo foco de infección
            para otras personas se negaban a utilizar estos elementos. ¡Increíble pero
            cierto!
               Otro dato relevante, descubierto de la atención, corresponde a aque-
            llos pacientes que se acercaban para evaluación creyendo tener todos los
            síntomas ya conocidos de la enfermedad, y a la hora de los resultados, la
            patología era descartada por completo; sin embargo, seguían convencidos
            de que padecían el virus. Es correcto,  estas alteraciones  psicológicas,
            fundamentadas en el miedo, la angustia, la desesperación por perder un
            trabajo, o a un ser querido, entre otras varias opciones, ha puesto de ma-
            nifiesto este tipo de cambios de comportamiento social, a raíz de una
            situación no habitual. Por eso insisto en las secuelas tan diversas, ya que
            todos estamos afectados, en mayor o menor grado, más allá del contagio.

                                                    Como seres humanos
                                                 hemos superado muchas si-
                                                 tuaciones  difíciles, segura-
                                                 mente  en el  tiempo  esta  se
                                                 sumará  a  la  lista,  y dentro
                                                 de la catástrofe que es, deja
                                                 muchas enseñanzas de todo
                                                 tipo, al menos eso es lo que
                                                 creo.
                                                    Desde  lo  profesional,
                                                 siempre   tendré  incerti-
                                                 dumbre sobre las situaciones
                                                 que he vivido, vivo y viviré,
                                                 pero estoy segura de que es-
                                                 cogí la carrera con el fin de
            siempre brindar ayuda y atención a quien lo requiera. ¡No me arrepiento!
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