Page 120 - Cuco
P. 120
E N T R E V I S T A S
L I T E R A R I A S
L A Ú L T I M A E N T R E V I S T A D E
C E L E S T I N A E N E X C L U S I V A
Una limpieza de viejos archivos de la revista “Lecturas” revela la última entrevista concedida por Celestina antes
de su asesinato.
M. B.: ¡Buenos días doña Celestina! Hoy venimos a hacerle una serie de preguntas acerca de su vida personal y
profesional para que la gente pueda conocer más a un personaje tan famoso como usted.
C: De acuerdo, ¡comencemos!
M. B.: Para empezar nos gustaría saber cosas acerca de tu profesión: ¿Por qué has decidido dedicarte al oficio de
alcahueta y no a otro?
C: Yo realmente nunca elegí trabajar en este oficio pero las circunstancias de mi vida han hecho que me dedique a
esto para así poder conseguir dinero y mantener a mi familia.
M. B.: Ahora que mencionas a tu familia, no sueles hablar mucho de tu vida privada: ¿Tienes hermanos, con quién
te criaste?
C: No suelo hablar mucho de este tema porque me resulta triste, ya que la vida no me lo ha puesto nada fácil.
Somos siete hermanos huérfanos de madre, nuestro padre se mataba trabajando para poder sacarnos adelante.
Cuando cumplí 15 años me fui de casa para no ser otra carga más pero aún así los visitaba de vez en cuando y les
enviaba todo el dinero que podía. Así fue como empecé a trabajar de alcahueta.
M. B.: Lo sentimos mucho pero recuerda que todo lo que viviste te hizo más fuerte.
M. B.: Ahora nos vamos a meter en un ambiente más sentimental. Al ser alcahueta y estar rodeada de gente
enamorada tenía que hacerte esta pregunta: ¿alguna vez lo has estado tú?
C: ¡Por supuesto que sí! Aunque nunca he tenido mucha suerte en cuanto al amor. Una vez me enamoré
perdidamente del hijo de un noble llamado Benjamín, vivía en una ciudad cercana a la mía. Mi padre trabajaba
para el suyo cuidando a sus animales, así que a veces me iba a trabajar con él sólo para poder ver a Benjamín. Un
día conseguí declararme a él y estuvimos juntos casi un mes pero nos tuvimos que separar cuando la corte se
enteró de nuestra relación y por culpa de ello también echaron a mi padre. Nunca supe más de Benjamín.
120