Page 11 - Libro Polotitlán
P. 11
Camino Real de Tierra Adentro
Aunque Polotitlán fue fundado en la segunda mitad del siglo XIX,
en el territorio que hoy ocupa, muchos siglos atrás pasaba un ca-
mino que comunicaba el centro con el norte de México. Los mexi-
cas, en el siglo XII, permanecieron, según Tezozómoc, en el sitio de
Acahualcingo, próximo a la ranchería de Ruano, para proseguir por
Coatepec rumbo a Tula en su largo peregrinar hacia Tenochtitlán.
Buscando información sobre esta región, me encuentro una nota acerca de la hacienda
de Cazadero, supongo que las tierras donde ahora está asentado Polotitlán al igual que la
barranca de la hacienda del Álamo, por donde pasa el Canal de Cazadero y en su parte baja
el río San Juan (o también llamado río de Arroyo Zarco), pertenecieron a ella.
La hacienda de Cazadero debe su nombre a una famosa cacería que tuvo lugar en 1540, en
la que participó el virrey don Antonio de Mendoza:
En los llanos del Cazadero pertenecientes a la hacienda, el virrey y sus acompañantes
cobraron en un día, cerca de mil de piezas. Según parece fueron «seiscientos venados
chicos y grandes; entre los cuales había algunos como los ciervos de España y más de cien
coyotes (que son lobos pequeños), zorrillos, liebres y conejos en gran cantidad.
Haciendo un paréntesis ubiquémonos en esos días y observemos lo que abundaba en esta
región. Al viajar, uno busca dónde descansar, qué comer y... por lo que se ve, había qué
comer. Por otro lado pienso que, a 19 años de la conquista española, los caminos que se
utilizaron primero fueron los que usaban los naturales mesoamericanos; de tal modo que
son la base de la traza para conformar el llamado Camino Real que cobró rápidamente
importancia por la explotación minera de Guanajuato y Zacatecas.
Así por el año de 1563 se establecen las primeras encomiendas (que serán llamadas ha-
ciendas), en los llanos de Cazadero. Siendo beneficiados Juan Ramírez, Alonso de Hinojo-
sa, Diego de Balza y Juan García. Más adelante en 1734 llega Juan Luis Polo, originario de
Oviedo, España, llegando a vivir en San Nicolás de los Cerritos.
El fraile capuchino Francisco de Ajofrín transitó por estos lugares en 1764 y escribió:
“...tomé mi camino (viniendo de Arroyozarco) y pasé por el rancho y venta de Ruano, dos
leguas; rancho de San Nicolás y los Potrerillos, una legua; a comer a la Venta del Cuervo,
tres leguas; aquí hay una presa grande de agua con alguna pesca. Después, a la venta
(que Dios haya) de las Palmillas, dos leguas.”
11