Page 76 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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CUENTO DEL CAMPESINO                                     79


     ríos: una canasta (de frutas) es lo que corrompe a los jueces63. Decir men­
     tiras es su comidilla: hasta este punto tienen el corazón ligero.
       »/[Bl,135] Tú que eres  el más instruido de los hombres, ¿permane­
    cerás  ignorante  de  mi  asunto? Tú  que alejas  cualquier carestía de agua,
     mira, tengo un camino sin barco. Tú que llevas a la orilla a todo aquel que
     se ahoga, tú que salvas al naufrago, socórreme(P)...».

     Tercera súplica
       Vino entonces  el campesino para  suplicar por tercera vez, diciendo:
    / [B 1,140] «Gran intendente, mi señor, tú eres Ra, señor del cielo, con tus
    cortesanos. El sustento de todos los hombres (viene)  de ti, como el flu­
    jo (de la inundación). Tú eres Hapy, que hace reverdecer los prados y fer­
    tiliza las agotadas tierras.
       »Rechaza al ladrón, protege al miserable, no seas la ola (de la inunda­
    ción)  /[Bl,145]  contra  el  suplicante.  ¡Ten  cuidado  con  la  llegada  de  la
    eternidad64!  Aspira  a  vivir  largo  tiempo,  de  acuerdo  con  el  proverbio:
    “Practicar la equidad es el aliento de la nariz”. Castiga a aquél que mere­
    ce ser castigado, y nadie se cuestionará tu rectitud. ¿La balanza manual se
    desvía?, ¿se inclina la balanza con  soporte hacia un lado? ¿Es  que Thot
    /[B 1,150]  se muestra complaciente? (Si verdaderamente es así), entonces
    sí, puedes practicar el mal. Conviértete en el segundo65 de estos tres.  Si
    los tres son complacientes, tú puedes (también) ser complaciente.
       »No respondas al bien con el mal. No pongas una cosa en lugar de
    la otra66.  (Mi)  discurso crece más que la planta-jw«»Y67, más de lo que
    place  a  aquél  que respira  (su)  olor:  ¡no  respondas,  (de  acuerdo!, pero)
    entonces  / [B 1,155]  el mal  se riega de  forma que  crece  (toda)  una  cu­
    bierta (de plantas sobre el suelo)(?). Tres veces(?) <...> para hacerlo ac­
    tuar (?).


       63 También aquí encontramos un verbo de sentido desconocido \cd (?), sin duda un partici­
    pio], Posiblemente se haga alusión a la venalidad de los jueces:  la «canasta (de frutas)» corres­
    pondería a nuestra «botella de vino».
       64 Lit. «Ten cuidado porque la eternidad se acerca». La eternidad es aquí la muerte, a la que
    ha de seguir el juicio. Sólo la práctica de la equidad puede prolongar el soplo vital v tranquilizar
    al hombre respecto a lo que le espera en el mas allá.  Ideas análogas en Sin , pl. 6,1. 267; Petosi­
                                                   i
    ris,  116,4-5.
       65 El «segundo» quiere decir su igual, el compañero: los tres personajes de este trio están en
    igualdad. El conjunto de la frase significa: se te permite ser complaciente (es decir, injusto o parcial)
    si en alguna ocasión descubres parcialidad en las balanzas o en Thot: suposición absurda a priori.
       6Í’ La misma frase se encuentra en Ptahotep, 609. Cfr. también British Museum, 614, 9.
       67   Planta no identificada,  que  crece vigorosamente y con un  olor desagradable.  El cam­
    pesino parece comparar su interminable discurso con esta mala hierba siempre presta a cre­
    cer. Lo que  sigue  (1.  154-156)  es de difícil interpretación: ¿quiere acaso decir que no respon­
    der a sus súplicas es como si se regara la planta en cuestión, lo que no haría más que favorecer
    su crecimiento?
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