Page 68 - En El Patio
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Arlette Pichardo Muñiz
Del Patrón de Organización: Definiciones sin significación
El patrón de organización, de acuerdo con Capra define “una configuración de relaciones entre componentes que determinan las características esenciales de un sistema” (1996, p. 172). En la enseñanza de la Política Social y otras políticas, generalmente, en lugar de pregun- tarse sobre las características, condiciones y contexto hic et nunc (`aquí y ahora´), se apela a definiciones sin significación o sentido esencial. Institucionalmente legitimadas a partir de defi- niciones genéricas se amparan formulaciones operativas o bien articulaciones analíticas, que se complementan con tipologías de modelos de análisis e ideas-“fuerza” provenientes de enfo- ques de interpretación y perspectivas de análisis de otros asuntos, generalmente también en “boga”.
De ahí emerge una forma particular de enseñanza que, como en cualquier otro tipo de enseñanza, otorga especificidad a la es- tructura de los planes de estudios y progra- mas de los cursos, haciéndolos reconocibles como de Política Social y otras políticas y distinguibles de otras materias.
El concepto patrón, culturalmente va de la mano con la predominancia o prevalencia de una noción dada y opera en diversos sentidos. En el ejercicio del poder desemboca en una relación asimétrica y vertical de dominación-subordinación. Desde el lenguaje coti- diano socialmente aceptado, el patrón `protege´ y `cobija, de allí deriva en “guardián” y en la religión católica el santo o santa “a cargo”. En el mercado laboral, resabio de esquemas de organizaciones socia- les anteriores, alude al empleador, “amo” o “señor” y por irradiación el dueño de la casa o posada. Se usa también como pautas de comportamiento de lo recu- rrente, lo habitual, la “moda”. En la confección de un mueble o prenda de vestir alude a una plantilla para vaciar un “molde”.
De la ausencia de precursores
En la enseñanza de la Política Social y otras políticas es lugar común pasar por alto el influjo de precursores, habitantes de una bodega o subterráneo como le llama Molina (en el prólogo de este libro, p. 7). General- mente, se ocupa de quienes tienen un lugar privilegiado en la historia, desconociendo autores pocos renombrados y sin reconoci-
miento social.
En Política Social, por ejemplo, es típico dejar de lado al pensamiento político socialista y al desarrollo del movimiento obrero. Rara vez se consideran los trabajos de Sismonde de Sis- monde (1773-1842) sobre la concepción ética de la economía política; de Louis Blanc (1811- 1882) y los talleres sociales, una especie de cooperativas de producción; de Lorenz von Stein (1815-1890) con la reforma social mediante el impuesto progresivo, la instrucción pública uni- versal y el acceso a la propiedad y la figura de Gustav Schmoller (1838-1917) con la creación de la Asociación para la Política Social, de quien se deriva la noción de la moralización de la Economía Política que, en ocasiones, se cita sin escudriñar en sus orígenes. (recuento detalla- do por Molina, 2007, de la 25 a la 33).
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