Page 10 - Comunidades 4
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  Reportes prohibidos
Luis Varese
A Héctor Béjar Rivera, peruano digno de nuestro tiempo.
Eran como las 11 de la mañana de un día, al final de Octubre de 1971. Alrededor de su escritorio, el General Juan Velasco Alvarado estaba reunido con el Poeta Ernesto Cardenal, el Doctor Leopoldo Chiappo, asesor del Ministro de Educación y quien escribe, que en ese tiempo vivía en Solentiname. Una explosión fuerte, en algún lugar muy cercano, hizo vibrar el vitral detrás del sillón del General moviendo el escritorio y algunos adornos en la sala. El Presidente se puso de pie y abrió un cajón del lado izquierdo. Todos estábamos parados y pude ver una sub ametralladora liviana y una pistola. “Es porsiacaso padrecito, no se preocupe”, le dijo a Ernesto. Firmes golpes sonaron en la puerta “¡Adelante!” dice Velasco con su voz ronca. Un Edecán de la Marina entra, se cuadra, saluda y dice, “Permiso para hablar General Presidente”. “Proceda, informe qué ha sido”. “Parece que fue una explosión en el corredor del Correo Central, estamos averiguando en este momento.” “Vaya y traiga la información de inmediato” ordena el General. “A sus órdenes. Permiso para retirarme Mi General Presidente”, “!Ya hombre proceda!”, se impacienta el Presidente. Se retira el Edecán y Juan Velasco nos dice, “ellos mismos son, cómo no van a saber qué pasó. Padrecito (así le decía a Ernesto Cardenal). Hay alguna gente de la Marina, que no quiere cambios en el Perú. Pero esto que estamos haciendo tiene el respaldo de la gran mayoría de peruanos y es Institucional. Esta es una Revolución y cuesta hacerlo entender” este es el recuerdo que tengo de sus palabras. Luego la conversación giró hacia las transformaciones que había que hacer. El Poeta explicó los objetivos de la lucha antisomocista, del FSLN. El final fue un mensaje verbal y personal de Fidel, transmitido por Ernesto, proponiendo que podría hablar con la izquierda en la Universidad de San Marcos, por ejemplo, para que se sumen al proyecto Revolucionario, así decía el mensaje. Ernesto había tenido un encuentro con Fidel en su largo periplo en Chile. Esa izquierda tardaría como 40 años en entender la pertinencia y validez histórica del proceso Revolucionario encabezado por Juan Velasco Alvarado. Al final el 4 de diciembre de ese año de 1971, Fidel se reunió durante tres horas con el Presidente Velasco, en el aeropuerto Jorge Chávez. Siete meses después se reabrían las relaciones con Cuba suspendidas durante más de 12 años, por disposición de
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NAVÍOS A
El mayor roche de las dos últimas semanas no es ciertamente la salida del profesor Héctor Béjar de la Cancillería de la República. Para los desentendidos, “roche” equivale en el hablar callejero a “vergüenza”,que es lo que más se ha esparcido las dos últimas semanas, no precisamente de parte de Béjar, sino de sus acusadores, los autores de un comunicado ostentoso, suscrito por autores anónimos, se entiende marinos de alto rango, que comunican en nombre de La Marina, y del prestigio de esa institución militar.
Ángel Robles S.
Hablan, se entiende, en nombre del prestigio de la Marina labrado en el pasado, dado que, en las últimas décadas, quién sabe siglos, no hay victorias por la que la marina deba ser límpidamente felicitada.
A la cabeza de ese prestigio se encuentra reconocidamente Miguel Grau, héroe del Bicentenario, admirable no solo por haber defendido al Perú con estricta lealtad, o por haber sido un político comprometido con las instituciones y la moral democrática, sino también por la suprema generosidad que mostró hasta con los adversarios. Incapaz de aplicar la violencia allá donde no era estrictamente necesaria.
Almirantes sin combate
No es fácil saber si ese es el caso de los almirantes que respaldan el comunicado del 15 de agosto, que fue el dardo envenenado lanzado contra Béjar. No se sabe de los aportes de La Marina a los intereses del Perú en todas estas décadas. La controversia sobre el Hito 1 y la frontera marina con Chile, el 2014, deja, por ejemplo, el sinsabor del descuido por el lado peruano. Perú recuperó acceso a unos 29000 Kms que los pesqueros chilenos ocupaban de facto, a los que no podían acceder los pescadores peruanos por falta de respaldo del estado.
En adición, por desgracia, el incidente Béjar le ha permitido conocer al país que en determinados momentos sectores de la Marina propiamente le hicieron la guerra al gobierno peruano, como ocurrió con los actos terroristas entre 1974 y 1975 que
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