Page 42 - Libro U 90 años
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a historia de la “U”, su carácter, no se for-
Lja en la historia reciente.
No es el éxito en la Copa Sudamericana de
2011 ni la notable remontada del Apertura de
ese mismo año algo que, antes, no hubiesen
estructurado la impronta del club. Tampoco
fue ese esperado título de 1994 ni el infausto
cuarto de siglo inmediatamente anterior –sin
estrellas y con descenso incluido– lo que edifi-
có el carácter y la identidad de una institución
que supo de evidentes contrastes.
Tras el primer título, la irregularidad y los
vaivenes marcaron las campañas de la “U”.
Ese largo período de oscilaciones y resultados
caprichosos, eso sí, dieron pie para cimentar só- Una imagen del empate 2-2 contra Audax Italiano en el Estadio Nacional, el 28 de octubre de 1945. © Revista Estadio
lidas bases para glorias y alegrías posteriores.
El rápido y temprano título conseguido por
el Club Universidad de Chile en 1940, a poco de
su incorporación al fútbol profesional, parecía El seleccionado argentino en el Mundial un rumbo similar al de Simian y partió al sur
augurar un futuro esplendoroso y plagado de de 1930 siguió alternando misiones dentro y del país para ejercer su vocación de profesor.
éxitos. Y no solo eso. También se proyectaba fuera de la cancha en las siguientes dos tem- Así, el médico pediatra alternó el delantal
un explosivo y sorprendente crecimiento en poradas, con un alentador cuarto lugar en el blanco con el buzo de portero azul y el de la
la popularidad de un club que decididamente campeonato de 1942. Pero, al año siguiente, “roja”. Para su desgracia, en los 15 años que
pretendía amenazar en lo deportivo a Maga- el rendimiento volvió a ser menos que irregu- jugó para la “U”, no logró celebrar un torneo
llanes y a Colo Colo, que sumaban 4 y 2 títulos lar, para finalizar con un opaco octavo puesto nacional.
respectivamente. entre la decena de participantes. Aun así, y ya A nombres como el de Ibáñez, se sumaron
Sin embargo, nada de eso ocurriría. con el delantero retirado, se respetó el proceso otros ilustres a los anales de la institución:
Se instalaron años de sequía, tal como pasa- de Scopelli como entrenador azul. Mario Baeza, José “Chepo” Sepúlveda, Mi-
ría entre 1969 y 1994. Fueron 19 torneos na- La irregularidad tampoco abandonó al guel Busquets, el uruguayo Pedro Vigorito y
cionales sin saber de celebraciones. E, incluso, equipo. el propio Scopelli. Aun así, los primeros cinco
peor aún: los últimos lugares de la tabla de po- Si en 1944 se remata octavo entre 12 clu- años inmediatamente posteriores a la primera
siciones se volvieron una zona no muy ajena. bes, en el Torneo de Campeones de ese mismo alegría, solo se acumularían frustraciones.
Por ejemplo, la campaña inmediatamente año la “U” era sexta entre igual número de ***
posterior al título, el equipo dirigido por Luis tras el torneo competidores. El rumbo parecía enmendar en Buscando retomar la senda, la dirigencia
Tirado no estaba teniendo un buen rendi- 1945: tercero entre 12 en el torneo nacional. apuesta por el regreso de Luis Tirado a la
miento, por lo que promediando la tempora- de 1940 Pese a todo, la popularidad del club aumenta- banca para la campaña de 1946.
da, el argentino Alejandro Scopelli se sumó ba sistemáticamente. El amor por el color azul Su retorno era un grito de esperanza.
a la dirección técnica y se formó una inédita crecía, se multiplicaba y comenzaba a perfilar Las cosas parecían enmendarse, con un tercer
dupla. El “Conejo” Scopelli cumplió la doble la universidad de chile la incondicionalidad que hoy es costumbre. puesto el año en que Audax Italiano conseguía
función de DT y jugador, pero sin mayor éxito. Más allá de la frustración deportiva, hubo su segundo título, superando a los azules en el
La “U” apenas logró rematar penúltimo entre no logró nuevos títulos jugadores que también se erigieron como ba- apartado de campeonatos, y relegando a Ma-
10 equipos. Una defensa de corona que no es- luartes del club en ese primer lustro tras el gallanes al segundo puesto en la competencia.
tuvo a la altura. se cumplieron primer título. La consistencia de los últimos torneos hacía
19 torneos azul, como relevo de Simian. El arquero por- presencia del goleador charrúa Ubaldo Cru-
El doctor Mario Ibáñez arribó a la portería guardar expectativas para 1947. Además, la
nacionales teño llegó al INBA con una cuota de suerte. che, máximo anotador en 1945 con 18 tantos,
Pese a los esfuerzos, la “U” no pudo Tras el retiro del “Pulpo” (para dedicarse a más las 25 celebraciones que lo ungieron como
evitar la derrota ante Iberia en Santa la ingeniería), su reemplazante natural era el el mejor delantero de 1946, hacían sumar ar-
Laura, en la primera rueda del torneo sin celebraciones
de 1952. © Revista Estadio suplente, Antonio Salamanca. Pero este tomó gumentos para soñar con reverdecer laureles.