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Sueña y escribe


                            hasta un hueco con una raro orificio, lo cerró y se

                            sentó, yo también hice lo mismo, me quite el casco
                            y  le  volví  a  preguntar,  ¿cuál  es  tu  nombre?,  le
                            respondió me llamo Esteban, pero puedes decirme

                            Steve,  su  cara  fue  cambiando  mientras  yo  me
                            quitaba  el  casco,  se  asustó  y  grito,  yo  le  puse  la
                            mano en la boca para que se callará y no llamara la

                            atención,  alguien  rápidamente  gritó  y  preguntó  si
                            estaba bien, si tranquila, -dijo Steve-, la verdad no

                            sabía quién estaba allí, Steve seguía muy asustado,
                            me miraba de arriba abajo, pasaron unos segundos
                            y  le  dije,  “Hola  soy  Erick  Smith  Williams,  pero

                            puedes decirme Erick” “hola Erick ¿quién eres?¿Eres
                            de  este  mundo?  -dijo  asustado-,  no  soy  de  este

                            mundo,  soy  un  astronauta  que  vino  a  buscar
                            sobrevivientes.

                            Steve me cuenta que los expertos dicen que en poco

                            tiempo  este  mundo  ya  no  será  habitable,  así  que
                            necesitamos  que  alguien  o  algo  nos  salve  de  esta

                            crisis.    Esa  tarde  me  contó  de  todo  y  yo  a  él.
                            Mientras todas las ideas se ordenaban en mi cabeza,
                            yo  estaba  ideando  una  forma  en  cómo  poder

                            ayudarlos a todos, me siento muy mal por todo lo
                            que me acabas de contar, pero pensaré en algo.  A

                            la mañana siguiente, sabía lo que tenía que hacer,
                            estaba decidido.


                            Muy  buenos  días  a  todos,  Steve,  señor  y  señora
                            Cooper, ya se me vino algo a la mente, si quieren, se
                            pueden  mudar  a  mi  mundo,  allí  no  tendrán  que

                            preocuparse por oxi, ¿qué es eso? -preguntó Steve-,
                            es  lo  que  me  hace  respirar,  no  sé  cómo  lo  llamen




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