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Sueña y escribe


                            sospechar y los descubrió, esto le molestó mucho y

                            le  prohibió  a  la  chica  verlo,  el  chico  en  un  afán
                            desesperado  le  pidió  matrimonio  y  se  casaron,  el
                            padre  muy  enfurecido  por  esto  le  iba  pegar  a  la

                            chica  a  lo  que  el  chicho  intervino  y  solo  miró  al
                            padre  a  los  ojos  con  una  mirada  que  todavía
                            recuerdo,  sus  pupilas  se  agrandaron  y  lo  miraba

                            fijamente,  su  cara  daba  una  sensación  fría  y  de
                            miedo, y en la habitación se sintió un aire bastante

                            extraño y asfixiante (poco a poco esta historia ya no
                            se sentía una historia y empezó a convertirse en un
                            relato).


                            Nos fuimos a vivir Mateo y yo a una casa lejos de mi

                            padre,  todo  iba  súper  bien  pero  en  las  noches  las
                            cosas eran extrañas la casa se inundaba de un olor
                            rancio  y  desagradable,  penetraba  las  narices  y  no
                            dejaba  dormir.  Mateo  siempre  salía  a  mirar  y

                            cuando  quería  salir  no  me  dejaba  y  me  decía
                            acuéstate, yo obedecía pero el cielo se tornaba gris

                            y  de  un  momento  a  otro  azul  como  un    bombillo
                            cambiaba de color, yo suponía que era el sueño ya
                            que  esto  sucedía  en  la  madrugada,  cuando  Mateo

                            llegaba  me  abrazaba  fuerte  y  se  sentía  una
                            sensación  de  que  se  estuviera  despidiendo  y  así

                            pasaron tres meses. Un día en el mercado me dieron
                            ganas de vomitar por lo que compre una prueba de
                            embarazo  me  la  realice  y  efectivamente  estaba

                            embarazada  cuando  le  conté  a  Mateo  empezó  a
                            llorar y me dijo: ¡Corre! no mires nada, no escuches
                            y tapate la boca. No entendía qué estaba pasando,

                            pero obedecí sin saber lo que sucedería llegue a la
                            casa de mis padres y al día siguiente en las noticias




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