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Sueña y escribe


                            alguna manera me hizo caso, en el despegue todo

                            iba  normal  ya  llegando  al  espacio  por  enfrente  se
                            apareció un ojo gigante lo recuerdo perfectamente
                            su  parte  de  alrededor  era  roja,  sus  pupilas  azules

                            con  puntos negros las cuales  se agrandaron justo
                            como hizo Mateo cuando se enfrentó a mi padre lo
                            mire fijamente a los ojos y los puntos negros que se

                            reflejaban en el ojo desaparecieron y ahí se esfumó.
                            Llegamos  al  planeta  en  el  que  extrañamente

                            teníamos  todo  lo  necesario  para  vivir  como  si
                            alguien  hubiera  dejado  los  recursos,  como  si  nos
                            estuvieran  cuidando  el  planeta.  Lo  llamamos

                            Malapo,  ma  por  Mateo  y  lapo  que  significaba  la
                            portación  de  vida  y  tecnologías  ese  era  nuestro

                            objetivo  hacer  un  mundo  totalmente  diferente  al
                            anterior y así fue evolucionamos.

                            Después de esto mi abuela apagó la luz y me quede

                            pensando  en  lo  cierta  que  era  esta  historia  al  día
                            siguiente  estaba  en  mi  casa  y  mi  abuela  había

                            desaparecido cuando llegamos a su casa se percibía
                            un olor rancio y me acorde de la historia de


                            mi  abuela,  nunca  le  conté  esto  a  nadie  pero  me
                            arrepiento,  hace  pocos  días  volvió  a  aparecer  ese

                            olor  rancio  en  mi  casa  lo  cual  me  perturbaba  y
                            congelaba así que una noche decidí salir y el cielo
                            cambiaba  de  color  justo  como  me  lo  contaba  mi

                            abuela y ahí frente a frente estaba la misma criatura
                            del espacio que mi abuela miro fijamente y me dijo:
                            “Esto sigue”, su voz era siniestra oscura inexplicable

                            pero  ronca  de  un  momento  a  otro  desapareció
                            desde  entonces  no  dormía  preocupada  unos  días




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