Page 236 - SUEÑA Y ESCRIBE 10 11 Y DOCENTES
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Palabras Confinadas


                               pero  no  sabe  dónde  esconderse,  empieza  a

                               desesperarse y golpea una pared, nota que la pared
                               se  ha  deslizado  permitiéndole  observar  un  cuarto
                               oculto.  Ella  ingresa  y  cierra  la  puerta  tras  de  sí,

                               escucha  a  los  soldados  ingresar  y  registrar  su
                               apartamento,  atacada  por  el  pánico  empieza  a
                               sollozar  pero  cubre  su  boca  para  hacer  el  menor

                               ruido posible, mientras observa cómo los soldados
                               empacan  a  su  padre  en  una  bolsa  negra  y  se  lo

                               llevan, como si él no fuera más que una mercancía
                               que  debía  ser  transportada.  Inmediatamente,  ella
                               sale  de  su  escondite  y  se  percata  que  había

                               aguantado la respiración todo este tiempo, se siente
                               asfixiada  en  ese  lugar,  han  destruido  su  hogar,  le

                               han  arrebatado  a  su  padre,  han  borrado  cualquier
                               rastro de su existencia. Alaya siente la ira inundar su
                               ser, su visión se nubla y todo a su alrededor empieza
                               a  dar  vueltas,  la  risa  de  su  padre  resuena  en  sus

                               oídos,  aquella  risa  que  nunca  podrá  volver  a
                               escuchar.  Se  encuentra  tan  ensimismada  en  sus

                               pensamientos que no se percata de un soldado que
                               ingresa al hogar. En el momento en que sus ojos se
                               encuentran con los del soldado, ve su reflejo en la

                               máscara  que  él  traía  puesta:  su  cara  está  llena  de
                               llagas, lágrimas rojas surcan su rostro, sus ojos están

                               inyectados en sangre. Aterrorizada, se desploma en
                               el suelo y siente la sangre inundar su boca y quemar
                               su garganta a medida que avanza por su cuerpo, ha

                               llegado  su  hora  de  partir.  En  ese  momento,  el
                               soldado alza su arma y le dispara en la frente.


                               Posterior a ello, Alaya despierta sobresaltada en una
                               habitación rodeada de espejos atada a una silla; un



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