Page 147 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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3.4. La imagen del laboratorio | Marca y empresa
Todos, en mayor o menor medida, sabemos que Corolla es una marca que per- tenece a Toyota, así como también asociamos instantáneamente el iPad a Apple o el Nesquik a Nestlé. Quienes disfrutamos del Walkman conocíamos al fabri- cante detrás de ese reproductor portátil de casetes, la japonesa Sony.
En el ámbito local, también existen nombres muy emparentadas con la organi- zación, como el Bon o Bon de Arcor, la línea Personal de Telecom o los medios TN y Radio Mitre del Grupo Clarín.
De la misma manera, hay símbolos o logos de compañías que hablan por sí mismos: la pipa de Nike, la manzana de Apple, los anillos de Audi o los arcos dorados de Mc Donald´s.
Aunque menos reconocibles, también hay eslóganes de empresas que son céle- bres. Por ejemplo, “Red Bull te da alas” o el más sencillo pero contundente “Fly Emirates” de la línea aérea. Mastercard también hizo muy popular la frase “hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás existe Mastercard”.
LA MARCA BANDERA
| Introducción
En su libro “Compitiendo por el Futuro”, Hamel y Prahalad introducen el con- cepto de la marca “bandera”. El mismo consiste en posicionar fuertemente el nombre de la empresa y sus productos en la mente del consumidor global para que éste los pueda asociar fácilmente. En un mundo tan competitivo, las corpo- raciones deben construir su marca bandera para aventajar a sus rivales.
Marcas reconocidas como Coca-Cola (y sus productos Sprite, Fanta o Powerade) o Apple (y sus dispositivos iPad o iPhone) tienen credibilidad instantánea en té- rminos de calidad, valor e innovación. Ayudan a que el consumidor convierta sus experiencias placenteras del pasado en entusiasmo por productos o servicios futuros. Por ello, no debe sorprendernos el fenómeno Apple: lanza una nue-
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